Crisis humanitaria en el Catatumbo: desplazamientos forzados y comunidades en riesgo

La Defensoría del Pueblo ha emitido una alerta sobre la grave crisis humanitaria que enfrenta el Catatumbo, una región que sigue siendo afectada por desplazamientos masivos, confinamientos y riesgos específicos para poblaciones vulnerables, como mujeres, niños, niñas y adolescentes (NNA). Las cifras actualizadas evidencian el impacto de la violencia y la necesidad urgente de intervención estatal.

Según la información compartida por la Defensoría del Pueblo, más de 631 personas pertenecientes a comunidades indígenas Yukpa han sido desplazadas en municipios como San Pablo, Tibú y Cúcuta. A estas se suman 435 evacuaciones realizadas mediante vuelos humanitarios y más de 1.5 toneladas de alimentos entregados al Resguardo Catalaura.

Principales afectaciones y cifras clave

La Defensoría detalla que, hasta la fecha, los problemas incluyen riesgos de confinamiento, desplazamientos masivos, secuestros y asesinatos. Entre los datos más alarmantes se destacan:

• Homicidios y levantamientos de cuerpos: El Gobernador de Norte de Santander ha reportado 80 asesinatos en la región. Además, Medicina Legal ha identificado 41 cuerpos, de los cuales 34 ya han sido entregados a sus familias.
• Riesgos específicos para mujeres: Casos de trata de personas en Cúcuta, vinculados con Tibú, han sido confirmados, y se han activado rutas de protección para las víctimas.
• Riesgos para niños, niñas y adolescentes: Cerca de 3,400 NNA enfrentan vulnerabilidades extremas en zonas como Cúcuta (1,500-1,800), Ocaña (1,000) y Tibú (600), agravadas por la falta de alimentos, insumos de higiene y seguridad en albergues.

Llamado a la acción humanitaria

La Defensoría del Pueblo enfatizó la urgencia de garantizar la seguridad, protección y atención en albergues, así como de reforzar la protección para líderes sociales y autoridades locales en la región del Catatumbo. Además, se hizo un llamado al Gobierno Nacional y a las entidades territoriales para avanzar en soluciones duraderas que beneficien a las comunidades afectadas.

La crisis en el Catatumbo requiere medidas inmediatas, no solo para atender las emergencias actuales, sino también para establecer estrategias de largo plazo que mitiguen las condiciones de violencia y exclusión que persisten en esta zona del país.