Actualidad
Gabriel Santos: La tasa de usura fracaso, es urgente democratizar el acceso al crédito
En el lanzamiento del estudio ‘El impacto de la tasa de usura sobre la inclusión financiera’, Colombia fintech, Anif y Nu Colombia presentaron los retos que tiene Colombia en materia de acceso a créditos.
Jueves, Enero 23, 2025
La tasa de usura en Colombia es un tema de gran relevancia económica y social, ya que establece el porcentaje máximo de interés que las entidades financieras pueden cobrar por los préstamos.
Aunque ha sido uno de los temas más debatidos en el sector financiero en los últimos años, el acceso al crédito ha impedido que varios ciudadanos y residentes del país, tengan la posibilidad de acceder a montos para financiar los negocios formales e informales; asegura Gabriel Santos, presidente de Colombia Fintech, en el marco del evento ‘El impacto de la tasa de usura sobre la inclusión financiera’.
En el marco del evento, Gabriel Santos en conjunto con Marcela Torres, gerente general de Nu Colombia, y José Ignacio López, presidente de Anif, aseguraron que uno de los principales desafíos que enfrenta el país es la dificultad de garantizar un acceso justo y equitativo al crédito, especialmente para las poblaciones más vulnerables. A pesar de las regulaciones vigentes, muchas personas y pequeñas empresas recurren a prestamistas informales que imponen tasas exorbitantes, lo que perpetúa un ciclo de endeudamiento insostenible y aumenta la desigualdad financiera en el país.
En el marco del evento, Colombia Fintech también argumentó que la tasa de usura ha impedido un alto crecimiento, inversión y la protección oportuna del Estado a empresas de diferentes industrias que ven impedidas las posibilidades de crecimiento en 2025-2026. Bajo este panorama, la base de la pirámide, ciudadanos que devengan un salario mínimo legal vigente, han considerado el gota a gota como la mejor opción para finalizar sus gastos.
Educación financiera: una necesidad en Colombia
Otro reto importante es la falta de educación financiera en amplios sectores de la población. Muchas personas desconocen las implicaciones de endeudarse con tasas elevadas o no cuentan con la información suficiente para evaluar las mejores opciones de financiamiento. Esta falta de conocimiento genera una dependencia de créditos costosos y, en ocasiones, ilegales, limitando las oportunidades de desarrollo económico y bienestar social. Es fundamental que el Estado y las instituciones financieras impulsen programas de educación que capaciten a los ciudadanos en el manejo responsable del crédito.
En este contexto, es crucial buscar nuevas formas de democratizar el acceso al crédito, promoviendo alternativas como las fintech y las cooperativas de ahorro y crédito. Estas opciones pueden ofrecer tasas más competitivas y condiciones flexibles que se adapten a las necesidades de los sectores menos favorecidos. La tecnología financiera permite evaluar el riesgo crediticio con mayor precisión y brindar soluciones accesibles para quienes han sido excluidos del sistema tradicional, fomentando así una inclusión financiera más amplia y sostenible.
Es momento de que tanto el sector público como el privado trabajen conjuntamente en estrategias que amplíen las oportunidades de crédito sin comprometer la estabilidad económica de los ciudadanos. Explorar mecanismos innovadores, como plataformas digitales de microcréditos y modelos colaborativos de financiamiento, puede contribuir a reducir la dependencia de préstamos informales y mejorar la calidad de vida de miles de colombianos. Democratizar el acceso al crédito no solo es una necesidad económica, sino también un paso clave hacia una sociedad más equitativa y con mayores oportunidades para todos.