La inversión extranjera en Latinoamérica aumenta un 55% y establece un nuevo récord en 2022

La inversión extranjera directa (IED) en América Latina alcanzó un récord de US$224.579 millones en 2022, un aumento del 55,2% en comparación con 2021, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Este es el mayor monto desde 2013, marcando un hito importante para las inversiones de la última década.

"Desde 2013 las entradas de IED (Inversión Extranjera Directa) en la región no superaban US$200.000 millones, lo que transforma la recuperación de 2022 en un hito importante para las inversiones de la última década", señaló la Cepal.

Brasil fue el principal receptor de IED en la región, con un 41% del total, seguido de México con un 17%. Ambos países vieron un aumento en las entradas de IED en comparación con 2021, con un incremento más significativo en Brasil, lo que llevó a Sudamérica a registrar el mayor aumento por subregión.

Chile, Colombia, Argentina y Perú también fueron receptores principales de IED en el subcontinente, mientras que Bolivia fue el único país que no registró un incremento. La mayoría de las inversiones se concentraron en servicios (54%), seguidos de manufactura (30%) y recursos naturales (17%).

La inversión en recursos naturales, que había estado disminuyendo desde 2010, aumentó un 79% en 2022, alcanzando niveles medios obtenidos entre 2015 y 2019. Este aumento se debió principalmente a un avance significativo en la extracción de petróleo y gas en Brasil.

En 2022, el número y el monto de las fusiones y adquisiciones transfronterizas en América Latina y el Caribe aumentaron un 7% y un 57% respectivamente, con 327 operaciones por un total de 30.147 millones de dólares.

En cuanto a las fusiones y adquisiciones, la mayoría se concentró en tres sectores: Información y comunicaciones (33% del valor total), explotación de minas y canteras (22%) e industria manufacturera (17%).

Por primera vez desde 2010, los anuncios de proyectos de inversión extranjera directa en los sectores de carbón, petróleo y gas superaron a las energías renovables, representando el 24% del monto total, un crecimiento de más de nueve veces en comparación con el año anterior.