Escuchar más, hablar menos
Hoy, más que nunca, las marcas y las personas necesitan conectar verdaderamente con sus audiencias, pero para lograrlo, primero debemos entenderlas.
Lunes, Octubre 21, 2024
Vivimos en una era en la que estamos más conectados que nunca. Las redes sociales, las plataformas de mensajería instantánea y la tecnología en general han facilitado que nuestras voces lleguen más lejos, más rápido y a más personas. Sin embargo, este constante flujo de información ha traído consigo un desafío cada vez más evidente: ¿Estamos escuchando lo suficiente?
Es fácil caer en la trampa de pensar que, en un mundo donde todos tienen algo que decir, lo más importante es hacerse oír. Pero la verdadera clave para conectar, tanto en la vida personal como en los negocios, radica en el arte de escuchar. Paradójicamente, aunque hoy tengamos más herramientas para comunicarnos, la habilidad de escuchar de manera activa y profunda parece haberse diluido.
Escuchar no solo se trata de prestar atención a las palabras que salen de la boca de alguien, sino de captar el mensaje completo: lo que se dice entre líneas, lo que no se expresa verbalmente, pero que está presente en el tono, en el ritmo y en el silencio. En las relaciones interpersonales, esto puede ayudarnos a entender mejor a nuestros amigos, colegas o seres queridos. En el mundo empresarial, es lo que marca la diferencia entre una marca que simplemente transmite su mensaje y una que realmente conecta con su audiencia.
Las redes sociales, aunque en su mayoría impulsan la autopromoción, nos han brindado también la posibilidad de escuchar con más detalle. Los consumidores y las audiencias están ahí, expresándose constantemente, ofreciendo pistas sobre lo que realmente quieren, necesitan y valoran. Solo quienes se toman el tiempo de escuchar profundamente pueden captar esas señales, entenderlas y convertirlas en acciones que resuenen con su público.
La semana pasada tuve la oportunidad de compartir esta reflexión con más de 150 profesionales de comunicaciones en el 9° Seminario de Comunicación y Tendencias de ANDESCO, en Colombia. Allí les presentamos el modelo que desde SmartPR hemos desarrollado para conectar mejor con las audiencias: el modelo EME.
EME se basa en tres pilares fundamentales:
- Escuchar: entender realmente a nuestras audiencias y sus necesidades.
- Mensaje: construir un mensaje adaptado a esas necesidades específicas de la audiencia.
- Empatía: generar una conexión auténtica con nuestras audiencias mediante mensajes personalizados que resuenen con sus expectativas y emociones, creando una autenticidad de marca.
Este modelo busca ser una fórmula para mejorar la comunicación en un entorno donde se nos exige ser ágiles y efectivos. Si logramos escuchar primero, entender y luego construir mensajes que hablen directamente a las personas que queremos impactar, generaremos empatía, y esa es la clave de la conexión verdadera.
Como lo mencionaba el filósofo griego Epicteto: "Tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos". Este concepto, aunque sencillo, tiene un poder transformador. Escuchar no solo es una herramienta para comprender mejor a los demás, sino que es la puerta de entrada para construir relaciones más auténticas y sólidas.
Es hora de reaprender el arte de escuchar. En un mundo donde todos parecen querer ser el centro de atención, destacar puede ser tan simple como detenerse y prestar atención a lo que otros tienen que decir. Porque escuchar más y hablar menos no solo nos hará mejores comunicadores, sino también mejores líderes y mejores seres humanos.