Parques temáticos: la nueva apuesta para unir familias

Las pantallas dominan la rutina y los vínculos se diluyen entre notificaciones, los parques temáticos resurgen como espacios poderosos de reconexión emocional, especialmente entre familias. Así lo evidencia Salitre Mágico, el icónico parque bogotano que cumple 25 años siendo testigo de generaciones compartiendo algo más que entretenimiento: memorias reales.

Parques temáticos: un antídoto contra la desconexión digital

Más del 65% de los hogares colombianos considera que las experiencias al aire libre y sin pantallas son la mejor forma de fortalecer los lazos familiares, según un reciente estudio de tendencias. Esta búsqueda de lo auténtico ha convertido a los parques temáticos en nuevos “centros de encuentro emocional”, donde padres, hijos y abuelos se conectan cara a cara.

Salitre Mágico, con más de 30 atracciones, ha comprendido esta necesidad y adaptado su oferta para priorizar experiencias compartidas que van más allá del consumo tradicional. Su propuesta va desde retos conjuntos hasta aventuras colectivas, donde la emoción proviene del vértigo, la risa y la sorpresa, no del scroll infinito.

"Visitar un parque de diversiones es algo que todas las familias deben hacer al menos una vez en la vida. Es un plan que genera experiencias reales e inolvidables", afirma Diana Zambrano, subdirectora de Marketing de Salitre Mágico, al anunciar que estarán abiertos todos los días hasta el 20 de julio para aprovechar las vacaciones de mitad de año.

Turismo de experiencias y clase media: la combinación perfecta

El fenómeno no es casual. Colombia vive un auge del turismo de experiencias, donde los viajes o planes que construyen recuerdos están ganando terreno frente a la compra de objetos. Con una clase media en expansión y un espíritu juvenil que atraviesa generaciones, los parques están encontrando una segunda vida, ahora más emocional que comercial.

Salitre Mágico no es solo un parque; es una excusa para desconectarse de las pantallas y conectarse con lo que realmente importa: las personas. Sin filtros, sin stories, sin likes. Solo emociones reales que se quedan en la memoria, no en la nube.