¿Qué tan cierto es que los jóvenes manejan la tecnología?

En la era digital, es común asumir que los millennials y la generación Z tienen una habilidad innata para manejar cualquier herramienta tecnológica. Sin embargo, esta percepción no siempre refleja la realidad. Según expertos, aunque las nuevas generaciones son nativas digitales, enfrentan retos tecnológicos significativos en diversos escenarios, especialmente en el ámbito laboral.

Desmitificando la Habilidad Tecnológica de las Nuevas Generaciones

La creencia popular sostiene que los jóvenes no necesitan aprender nada nuevo sobre tecnología porque ya dominan su uso. No obstante, esta suposición es más un mito que una realidad. A menudo, los millennials y la generación Z enfrentan dificultades con innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, tareas como organizar carpetas en una computadora o usar una fotocopiadora pueden ser desafiantes para ellos.

Este mito se basa en la observación de que los jóvenes tienen habilidades en la edición de fotos y videos desde sus celulares y en el uso de aplicaciones para diversas tareas. Sin embargo, esto no implica un dominio total de la tecnología, sino una comprensión de la facilidad y la intuitividad de los sistemas operativos modernos, como los de Apple o Samsung.

CX Lab: La Herramienta que Facilita la Percepción de Dominio Tecnológico

Al observar a un joven navegando por una página web o usando un smartphone, se podría suponer que tiene un dominio completo de la tecnología. Sin embargo, esto es posible gracias a herramientas como CX Lab, recientemente lanzada en Colombia por dentsu. CX Lab busca entender el comportamiento del individuo al recibir un estímulo, utilizando tecnologías de seguimiento ocular y análisis gestual para recopilar información sobre cómo se siente y qué capta su atención.

"Si una persona está viendo una página web, la forma en que está organizada la información fue previamente analizada por CX Lab para hacerla lo más comprensible posible", comenta Juan Santa, CX Manager en dentsu. "Un millennial puede creer que maneja muy bien su celular o una aplicación, pero en realidad, esto es posible gracias a los diseñadores de interfaces gráficas que simplifican el uso".

Facilidades para Aprender y Adaptarse

Manejar un celular no equivale a comprender cualquier innovación tecnológica. Sin embargo, los expertos coinciden en que los más jóvenes tienen una mayor disposición para aprender y adaptarse a nuevas tecnologías en el entorno laboral, en comparación con sus compañeros mayores. Aunque un miembro de la generación Z puede no haber usado nunca un software específico, se siente cómodo navegándolo mediante prueba y error.

El Papel de la Tecnología en la Vida de los Jóvenes

Innovaciones como la inteligencia artificial sugieren un futuro donde la tecnología se maneja de forma automática e intuitiva, reemplazando muchos trabajos humanos. Aquellos que no dominen estos conocimientos corren el riesgo de quedar desempleados. Un estudio de Fedesarrollo para el BID titulado "COVID-19 y Riesgo de Automatización en el Mercado Laboral de los Países Andinos" revela que más de la mitad de los empleos están en riesgo de automatizarse, lo que impactará el desempleo para quienes no estén preparados en habilidades tecnológicas.

Interés de los Adolescentes Colombianos por la Tecnología

El desarrollo tecnológico es crucial para cualquier país. Sin embargo, el último estudio de Fincomercio muestra que los jóvenes colombianos prefieren carreras clásicas como administración de empresas, psicología, ingeniería industrial o contaduría. En Colombia, compañías como dentsu apuestan por talento joven con conocimientos en tecnología, invirtiendo en certificaciones internacionales en innovación para mantener a su equipo actualizado.

Los Trabajos más Deseados en Colombia

Dos profesiones destacan como las más deseadas en Colombia: influenciador y youtuber. Este fenómeno, reflejado en un estudio de Remitly de 2023, muestra que los jóvenes no necesariamente dominan la tecnología, sino el uso de aplicaciones populares como Instagram y TikTok.