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¿Afectará a Colombia la nueva guerra arancelaria global liderada por EE. UU.?
Nuevos aranceles de EE. UU. contra China podrían encarecer insumos clave para Colombia y generar presiones en costos logísticos y productivos.
Miércoles, Abril 16, 2025
La nueva ofensiva comercial impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump contra China ha desatado una tensión global con consecuencias que ya empiezan a sentirse más allá de los países directamente implicados. Colombia, aunque no es blanco directo, podría verse seriamente afectada por los efectos colaterales de esta nueva guerra arancelaria.
Según el análisis de María Cristina Casadiego, experta en negocios internacionales y docente de la Escuela de Negocios de UCompensar, la imposición de aranceles de hasta el 145 % sobre productos chinos y del 10 % sobre todos los países, incluida Colombia, podría generar distorsiones en el comercio mundial, elevar el precio de las materias primas y afectar la estabilidad de tratados comerciales vigentes como el TLC entre Colombia y EE. UU.
Efecto dominó: ¿cómo impactará a Colombia?
La economía colombiana está inserta en cadenas de valor globales, muchas de las cuales tienen componentes estadounidenses o chinos. Cualquier alteración en precios o flujos logísticos se reflejará en los costos de producción local.
“Muchos de los insumos y materias primas que utiliza la industria nacional provienen de cadenas productivas que incluyen a China y EE. UU. Por tanto, cualquier alteración en los precios impactará a los productores colombianos”, explica Casadiego.
Además, aunque los nuevos aranceles del 10 % están suspendidos temporalmente por 180 días para países diferentes a China, el riesgo de activación persiste. Esto amenaza los beneficios que Colombia ha consolidado durante años bajo su tratado de libre comercio con EE. UU.
¿Competitividad o vulnerabilidad?
La medida también plantea una dualidad para el país: Colombia podría ganar competitividad frente a exportadores con mayores aranceles como China o la Unión Europea, pero perdería acceso preferencial a materias primas clave, lo cual aumentaría los costos de producción.
A esto se suma la posibilidad de represalias logísticas por parte de China, que controla varios puertos y rutas marítimas estratégicas a nivel mundial. Un eventual bloqueo o encarecimiento del tránsito marítimo aumentaría los costos logísticos para Colombia, afectando directamente a sus exportadores e importadores.
Recomendaciones para el empresariado
Frente a este panorama incierto, UCompensar recomienda a los empresarios colombianos:
Reevaluar el origen de sus materias primas, explorando proveedores en Europa u otras regiones con acuerdos estables.
Monitorear mercados bursátiles y riesgos logísticos que puedan encarecer la operación.
Escuchar a expertos y académicos para tomar decisiones estratégicas con visión técnica.
Mantener juntas directivas informadas y ágiles, listas para reaccionar ante escenarios volátiles.
“La adaptabilidad será clave. La estabilidad jurídica de los tratados comerciales está en entredicho, y las decisiones unilaterales de potencias como EE. UU. exigen una reacción estratégica desde el sector empresarial”, subraya Casadiego.
Más allá de los aranceles: ¿se debilita la gobernanza comercial?
La actual coyuntura también expone una fragilidad institucional en la gobernanza global del comercio.
Las decisiones unilaterales y proteccionistas de EE. UU. generan tensiones que cuestionan la efectividad de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y podrían empujar a países en desarrollo, como Colombia, a redefinir sus estrategias de negociación y protección comercial.