¡Caer despierta!

Por: Pablo Morales Mosquera; editor Revista C-Level.

La inflación anual continúa aumentando. Y la tasa de desempleo nacional no baja de dos dígitos; aunque permanece 1,5 puntos porcentuales menor a la reportada en febrero de 2022. Si la situación laboral continúa como está, las ventas de automóviles nuevos se mantienen 17% por debajo de lo reportado hace un año, o la vivienda no supera siquiera 50% de las metas comerciales logradas en 2022, la desaceleración radical del crecimiento económico que vaticinó BanRep para 2023, tocará fondo. 

Continuamos en medio de una inflación de 13,28 % que no da señales de ceder, volatilidad y tasas de devaluación o de interés por las nubes, y caída de la inversión, por citar los factores más relevantes. El riesgo país se incrementa, al tiempo que la confianza inversionista de sectores como el de la construcción se desploma ante la incontinencia de anuncios de reformas no negociadas entre todos los actores económicos y sociales.

La reforma laboral, por su parte, falla en cuatro temas ausentes, según lo manifiestan algunos empresarios: No cuenta con el eje fundamental de la generación de empleo, desconoce los males de la informalidad, no habla de productividad y tampoco cruza sus objetivos con el rediseño del sistema pensional.

Resulta entonces imperativo que el Gobierno Nacional persista en la lucha contra el desempleo. Más ahora que se ha puesto sobre la mesa una reforma que, en ninguno de sus apartes, deja en claro mecanismos eficientes para generar empleo formal. 

Y de manera paralela, como si lo demás fuera poco, el porcentaje de analistas que considera que el spread de deuda aumentará en los próximos tres meses, es de 48,2 %; cerca de 14,8 % espera que disminuya, mientras el 37% restante guarda la esperanza de que permanezca igual.

Después de estos tres primeros meses en los que índices como el NowCast de Bancolombia estiman un crecimiento económico de 1,4%, mientras que en igual periodo del año anterior, la cifra fue de 8,5 %, llegó abril, y quedé mudo. 

Pero entonces...¿Despertaremos en medio de esta caída? ¿Sería éste tal vez un nuevo despertar de la economía colombiana?