China capta la mitad del crecimiento del acero en LATAM

El acero en América Latina enfrenta una presión estructural creciente por el avance de exportaciones chinas subsidiadas. Un estudio elaborado por la Universidad Federal de Uberlândia y publicado por la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO) concluye que la región reaccionó de forma insuficiente y tardía frente al aumento de importaciones, dejando a la industria local expuesta a prácticas que distorsionan la competencia.

El análisis compara la respuesta latinoamericana con la de economías desarrolladas como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, que han desplegado esquemas de defensa comercial más ágiles y diversificados.

Acero en América Latina: la demanda que no quedó en casa

Entre 2010 y 2023, el consumo aparente de acero en América Latina creció 12,2 millones de toneladas. En ese mismo periodo, las exportaciones de acero chino hacia la región aumentaron 6,5 millones de toneladas, lo que significa que el 53,3 % del crecimiento de la demanda fue capturado por China.

El estudio señala que esta dinámica implicó una pérdida directa de oportunidades para la industria regional, justo en un contexto de expansión del consumo que podría haber fortalecido la capacidad productiva local.

Sobrecapacidad global y subsidios: el núcleo del problema

La presión sobre la industria siderúrgica regional tiene dos causas principales:

• Exceso de capacidad global: Según la OCDE, el exceso de capacidad mundial de acero podría alcanzar 721 millones de toneladas en 2027, de las cuales 62,1 millones corresponderían a China y el sudeste asiático.

• Subsidios estatales: Las siderúrgicas chinas operan con apoyos públicos que, de acuerdo con la OCDE, pueden ser hasta diez veces superiores a los existentes en países como Estados Unidos o Alemania, permitiendo exportar a precios artificialmente bajos.

Como resultado, las exportaciones chinas de acero laminado y semielaborado crecieron 181 % entre 2010 y 2024, mientras que hacia América Latina el aumento fue de 233 % en el mismo periodo.

Defensa comercial lenta y concentrada

El estudio identifica una debilidad estructural en la región: el 93 % de las medidas de defensa comercial aplicadas fueron antidumping, un instrumento que por sí solo resulta insuficiente. Además:

• Los procesos de investigación tardan 462 días, frente a 398 días del promedio global.

• La etapa previa a la investigación es 27 % más lenta que en economías desarrolladas.

• México y Brasil concentran el 80,5 % de las medidas antidumping aplicadas en la región, dejando al resto de países en una situación de mayor vulnerabilidad.

Qué necesita América Latina para nivelar el campo de juego

El informe recomienda diversificar y fortalecer los instrumentos de defensa comercial, incorporando de manera más activa:

• Aranceles aduaneros y derechos compensatorios

• Salvaguardias de mayor alcance

• Medidas anti-elusión

• Sistemas de monitoreo continuo de importaciones y su impacto en las cadenas de valor industriales

Asimismo, subraya la urgencia de acelerar los plazos de investigación y aplicar márgenes más efectivos para responder a prácticas desleales.

“Solo una defensa comercial ágil, diversificada y contundente permite neutralizar el avance de exportaciones subsidiadas”, afirmó Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de ALACERO, al advertir que las respuestas parciales y burocráticas pueden causar daños profundos e irreversibles a la industria regional.

Un debate estratégico para la región

Más allá del acero, el estudio abre un debate de fondo sobre la política industrial y la capacidad de América Latina para proteger sectores estratégicos vinculados al empleo, la seguridad industrial y el crecimiento económico.

En un entorno global marcado por tensiones comerciales y subsidios cruzados, la defensa comercial deja de ser una herramienta técnica y se convierte en una decisión estratégica de desarrollo.