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Día de la Tierra: sostenibilidad empresarial más allá del discurso
El Día de la Tierra recuerda que la sostenibilidad ya no es un valor aspiracional. Las empresas deben medir, transformar y rendir cuentas con acciones reales.
Martes, Abril 22, 2025
Cada 22 de abril, el mundo conmemora el Día de la Tierra, una fecha que ha pasado de ser simbólica a convertirse en un punto de corte para evaluar el compromiso real de gobiernos, empresas y ciudadanos con el planeta. En 2025, el lema global es "Planet vs. Plastics", con un llamado urgente a reducir la producción de plásticos en un 60% hacia 2040.
En Colombia, donde más de 12 millones de toneladas de CO₂ son emitidas cada año por el sector productivo, las empresas enfrentan el reto de hacer de la sostenibilidad una práctica estratégica, medible y transversal, más allá de informes o campañas ambientales.
Sostenibilidad y competitividad: una relación inevitable
En un entorno global donde los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) pesan cada vez más en las decisiones de inversión, la sostenibilidad se ha convertido en un habilitador de negocios. Empresas como Bancolombia, Grupo Nutresa o Cementos Argos ya reportan públicamente sus metas de carbono neutral y circularidad, alineadas con marcos como los ODS o los estándares GRI.
“Las organizaciones que integran la sostenibilidad en su núcleo operativo no solo mitigan riesgos reputacionales, sino que acceden a capital más competitivo y fidelizan mejor a sus grupos de interés”, señala el más reciente informe de KPMG Colombia.
¿Qué se espera de las empresas en 2025?
Acción climática concreta, con metas de reducción de huella y transición energética.
Reportes de sostenibilidad auditables, conectados con estrategias de negocio.
Inversión en economía circular, desde empaques hasta procesos de recuperación.
Educación ambiental interna, que transforme la cultura empresarial desde el colaborador.
La brecha de cumplimiento sigue abierta
A pesar de los avances, el último reporte del IDEAM señala que más del 65% de las empresas medianas y pequeñas en Colombia aún no mide su impacto ambiental, y solo el 12% tiene una estrategia de sostenibilidad con presupuesto asignado.
Cerrar esta brecha no solo es una responsabilidad ética, sino una necesidad competitiva. Las regulaciones globales sobre disclosure ambiental y el apetito de los consumidores por marcas sostenibles no dejarán margen para lo cosmético.
Este Día de la Tierra es un recordatorio de que ya no basta con celebrar la sostenibilidad: hay que demostrarla, medirla y reportarla con evidencia. Porque cuidar el planeta no es solo una responsabilidad colectiva: es también una ventaja competitiva.