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Jóvenes colombianos participan más en el mercado laboral
La tasa de participación de jóvenes subió a 55,4% en el primer trimestre de 2025, según el DANE. El desempleo juvenil bajó a 17,1%.
Martes, Mayo 13, 2025
Durante el trimestre enero-marzo de 2025, la participación de los jóvenes colombianos en el mercado laboral creció. Así lo confirmó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que reportó que la Tasa Global de Participación (TGP) para la población joven alcanzó el 55,4%, registrando un incremento de 0,5 puntos porcentuales frente al mismo periodo del año anterior.
La ocupación juvenil también mejoró
El informe reveló que la tasa de ocupación de jóvenes pasó del 43,9% al 45,9%, lo que representa un crecimiento de 2 puntos porcentuales. Además, la tasa de desempleo juvenil bajó del 20% al 17,1%, una mejora significativa de 2,9 puntos porcentuales que podría marcar el inicio de una tendencia positiva para el empleo joven en Colombia.
Estos indicadores son clave para comprender el impacto de la reactivación económica en las generaciones más jóvenes, así como la efectividad de las políticas públicas en formación, emprendimiento y empleo juvenil.
Menos adultos fuera de la fuerza laboral
En el mismo periodo, el 35,5% de la población en edad de trabajar en Colombia estaba fuera de la fuerza laboral, una caída de 0,9 puntos porcentuales frente al 2024. Desagregado por sexo, el 23,2% de los hombres y el 46,8% de las mujeres permanecen por fuera del mercado laboral.
A pesar de la mejora general, la brecha de género sigue siendo significativa, con una diferencia de más de 23 puntos porcentuales entre hombres y mujeres que no hacen parte de la fuerza de trabajo. Esta disparidad evidencia la necesidad de fortalecer estrategias de equidad laboral con enfoque de género.
¿Qué sigue para el empleo joven en Colombia?
Los datos del primer trimestre de 2025 sugieren una recuperación del empleo juvenil y una mayor disposición de los jóvenes a participar en el mercado laboral. Sin embargo, persisten desafíos como la formalización del empleo, el acceso a oportunidades de calidad y la reducción de las brechas de género y regionales.
El reto está en consolidar políticas sostenibles que acompañen esta tendencia positiva con formación pertinente, programas de primera experiencia laboral y mayor conexión entre los sectores productivo, académico y emprendedor.