Mujeres que inspiran
Juliana Suárez, PR Manager de Xiaomi en Colombia
Juliana Suárez invita a desafiar, en el buen sentido, los estereotipos de género que están tan arraigados en la sociedad, además de desarrollar el talento femenino.
Martes, Marzo 19, 2024
¿Cuál es el reto más importante al que se enfrenta como mujer ocupando un cargo directivo en una empresa colombiana?
Desde mi experiencia, considero que uno de los retos más significativos que enfrentamos como mujeres en posiciones directivas, particularmente en Colombia, es desafiar los estereotipos de género, arraigados en nuestra sociedad y todo lo que ello conlleva. A menudo, nos enfrentamos a expectativas diferentes que sin duda, en muchas ocasiones, generan estándares más altos para avanzar en roles de liderazgo.
Así que, como mujeres líderes tenemos la gran responsabilidad de desarrollar el talento femenino y así ampliar nuestra base de mujeres en la organización. Según un estudio de McKinsey & Company, las empresas con diversidad de género tienen un 15% más de probabilidades de tener una rentabilidad económica superior a la media nacional correspondiente del sector.
La prosperidad y el crecimiento de las empresas dependen de que las juntas directivas reflejen la diversidad. Sin embargo y pese al avance logrado por las mujeres en la educación y la fuerza de trabajo, nuestra presencia en posiciones de liderazgo aún no es significativa; acorde con el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tan solo el 19% de los puestos ejecutivos a escala mundial son ocupados por mujeres. Los tres obstáculos principales al liderazgo de la mujer son las responsabilidades familiares, los estereotipos de género y la cultura empresarial masculina, acorde con la OIT. Todos estos son temas que las mujeres en posiciones de liderazgo debemos combatir para no continuar perpetuandolos.
El hecho de que las mujeres ocupen solo el 19% implica que es un trabajo con mucho camino por recorrer y que no debe ser una lucha individual sino colectiva, que también incluye a los hombres dentro de las organizaciones, pues lo que debe ajustarse es la cultura organizacional, una donde hombres y mujeres tienen capacidad y deseo de cambio. Considero que al final lo importante es que el éxito profesional debe fundamentarse en el mérito y el compromiso, no en el género o en los preceptos de él. Es por eso que me preocupo por demostrar que el talento y el liderazgo no tienen género.
¿Cuáles son las principales habilidades o cualidades que una líder debe cultivar para destacarse en el ámbito empresarial en Colombia?
Desde mi perspectiva, el liderazgo auténtico implica principalmente la capacidad de empoderar, apoyar a los equipos y la habilidad para gestionar el cambio en un entorno dinámico. Considero que un paso importante para la equidad de género en el ámbito laboral es no hacer distinciones de género en este tipo de habilidades. Tanto mujeres como hombres deben tener cualidades que partan de la empatía para fomentar colaboración e innovación. Esto significa liderar con una mentalidad de transformación, buscando constantemente nuevas formas de abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades.
Además, es crucial alinear las metas del equipo con sus sueños individuales, demostrando que no existen límites cuando se trabaja en conjunto. Una persona en el rol de líder debe inspirar a su equipo a alcanzar su máximo potencial y a perseguir grandes logros, mostrándoles que juntos pueden superar cualquier obstáculo y alcanzar el éxito. También considerando aspectos como la comunicación efectiva y la inteligencia emocional. Todas estas cualidades no tienen género.
¿Qué medidas podrían implementarse en una empresa para promover una mayor representación de mujeres en posiciones de liderazgo en Colombia?
Considero que para fomentar la representación de mujeres en posiciones de liderazgo hay dos puntos clave. En primer lugar, la etapa de contratación. Las compañías deben enfocarse en buscar el mejor talento y el más calificado para la posición, sin distinción de género sino basado en habilidades y capacidades, y dejar de lado lo que se han considerado limitantes -erróneas- de género, como puede ser la maternidad o el deseo de tener familia. En esa búsqueda, de seguro, las áreas de recursos humanos encontrarán mujeres completamente capacitadas y aumentará la cantidad de mujeres en roles de liderazgo. Esto implica también igualdad en la remuneración y en condiciones laborales.
Por otro lado, después de la contratación, el reto está en crear una cultura organizacional incluyente y sin distinción de género, donde se fomente el aprendizaje y la mentoría para todas las personas. Dentro de esta construcción organizacional es importante crear un ambiente laboral donde la conversación sobre género esté abiertamente sobre la mesa. Tener estos temas de manera explícita dentro de las compañías permitirá crear de manera colectiva y explorar distintas perspectivas, logrando así romper con el llamado techo de cristal, y con todas las barreras invisibles de género que terminan por fomentar la desigualdad.
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