Los nacimientos en Colombia siguen en picada: DANE

Un reciente estudio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revela que la natalidad en Colombia ha registrado una de las cifras más bajas en las últimas tres décadas. 

Entre enero y octubre de 2024, nacieron 371.777 bebés en el país, un número significativamente inferior al observado en periodos similares de años anteriores. Esta tendencia ha encendido las alarmas en diferentes sectores, quienes analizan las posibles causas y consecuencias de esta disminución.

Entre los factores que podrían estar influyendo en esta reducción se encuentran los cambios sociales y económicos que atraviesa Colombia. El aumento en los costos de vida, la incertidumbre laboral y un mayor acceso a la educación, especialmente para las mujeres, parecen estar impulsando decisiones de posponer o incluso evitar la maternidad. A esto se suma un cambio en las prioridades de las nuevas generaciones, quienes cada vez optan más por enfocarse en sus carreras y proyectos personales antes de formar una familia.

Esta caída en la natalidad no es exclusiva de Colombia, ya que otros países de la región también enfrentan situaciones similares. Sin embargo, el ritmo acelerado de la disminución en el país ha generado preocupación entre los expertos, quienes advierten sobre los posibles efectos en la estructura poblacional a mediano y largo plazo. Un descenso sostenido en la natalidad puede llevar a un envejecimiento poblacional más rápido, poniendo presión en los sistemas de seguridad social y salud.

#DatoDANE | #EstadísticasVitales | De enero a abril de 2024, el país registró la cifra más baja de nacimientos en la última década, con un descenso del 14.6 % respecto al mismo periodo de 2023. En contraste, se registró un aumento del 2,3 % en las defunciones no fetales. pic.twitter.com/RR4TcZuaBA

— DANE Colombia (@DANE_Colombia) June 22, 2024

Ante este panorama, los analistas sugieren la necesidad de adoptar políticas públicas que aborden este fenómeno de manera integral. Fomentar medidas que equilibren la vida laboral y familiar, garantizar acceso a servicios de salud reproductiva y promover una cultura que valore la crianza podrían ser algunos de los pasos para mitigar esta tendencia. De igual forma, será clave el monitoreo constante de estos indicadores para ajustar estrategias que permitan enfrentar los desafíos demográficos que se avecinan.