Después de junio el mes del pride, ahora bien ¿quién gana con la diversidad? ¿Las personas o las empresas?
¿Quién gana con la diversidad? John Arias, Gerente de Sostenibilidad de BASF, reflexiona sobre el impacto de la inclusión en las empresas y su entorno.
Viernes, Septiembre 6, 2024
Una de los aprendizajes más relevantes que he obtenido al asumir una posición de liderazgo, es el gran valor que representa el contar con equipos y lideres diversos, siendo uno de ello la comunidad LGBTIQ+ de la cual hago parte. Esta presencia en roles gerenciales en las empresas, además de ser una cuestión de equidad, también aporta numerosos beneficios prácticos en el día a día de la empresa. La diversidad enriquece el ambiente laboral, fomenta la apertura y la innovación, mejora la toma de decisiones y es un símbolo claro del compromiso real de las empresas en la construcción de un mejor entorno social para todas las personas.
Las empresas que promueven y abrazan la diversidad en sus equipos, poseen una riqueza especial en cuanto a la amplia gama de perspectivas y experiencias. Esto es tangible en los procesos de innovación y solución de problemas, que son esenciales para el éxito y vitalidad empresarial en un entorno cada vez más competitivo y desafiante, puesto que escuchar y promover las visiones más diversas impulsa la apertura y el logro de mayor impacto.
Ahora bien, una cultura corporativa que es inclusiva es un gran atractivo hoy por hoy para el talento joven, que prioriza la inclusión y el poder ser, como parte del bienestar que buscan en su entorno laboral. Según cifras del DANE, bajo La Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), se observa que 102 mil personas LGBT se encuentran fuera de la fuerza laboral, es decir, el 21,5% de la población LGBT en edad de trabajar, mientras que el 32,8% (11,9 millones de personas) de la población no LGBT está fuera de la fuerza laboral.
Desde mi propia vivencia, el hecho de que una empresa contará con una estructura formalizada de un Comité de Diversidad Equidad e Inclusión se convirtió en uno de los factores de decisión para vincularme laboralmente, y es gracias a ello que hoy llevo cuatro años haciendo parte de BASF y la Industria Química. Y aquí algo importante a destacar es el rol e impacto que estos comités representan, pues tienen como objetivo alinear y proponer estrategias, monitorear el avance de los proyectos corporativos y locales, asegurar su transversalidad dentro de la empresa y hacer seguimiento a sus indicadores y datos demográficos. Esta es la fiel muestra de un auténtico compromiso con las personas, que trasciende la visibilidad de marca durante fechas relevantes como por ejemplo el mes del orgullo LGBTQ+ para concentrarse en construir y mantener un entorno donde se vive la diversidad en el día a día.
Otro beneficio para las organizaciones con una visión y estrategia de diversidad, es el hecho de poder eliminar los sesgos, lo cual abre la puerta a recibir y mantener el mejor talento, reconociendo y valorando su contribución y competencias, independientemente del género, origen cultural, religioso o social, orientación o identidad sexual, origen o integridad física de las personas y BASF es un ejemplo de ello, que emplea a nivel global a más de 100.000 personas donde la apertura se vive y hacer parte de nuestros valores.
Los compromisos de muchas empresas han demostrado que grupos de trabajo diversos e inclusivos logran encarar discusiones productivas y beneficiosas para la compañía y la vida diaria. Según un articulo publicado por Great Place to Work, a partir de diferentes investigaciones realizadas sobre este tema, demuestra que, un lugar de trabajo diverso e inclusivo es generador y promotor de un gran número de beneficios: impacta positivamente en los resultados del negocio, incrementa la predisposición a innovar por parte de los colaboradores, mejora la capacidad para reclutar grupos de talentos diversos y logra 5,4 veces mayor retención de empleados.
En conclusión, la decisión de las organizaciones de apostar por una visión de diversidad equidad e inclusión con hechos es una apuesta estratégica en la que ganan las personas y sin duda también ganan las organizaciones. Sin duda no es necesario que estemos en el mes de junio para resaltar y hacer un llamado por la inclusión y diversidad laboral en las empresas.