
Innovación y regulación
El GENIUS Act impulsa el uso de stablecoins en pagos globales y plantea a Colombia el reto de adaptar su marco legal al nuevo sistema financiero digital.
Jueves, Julio 10, 2025
El 17 de junio, el Senado estadounidense aprobó por mayoría bipartidista el proyecto de ley GENIUS, una iniciativa que, de convertirse en ley, apoyará la consolidación de las stablecoins como mecanismo de pago, con un impacto significativo en el mundo de los pagos internacionales. El GENIUS Act fija reglas claras para los emisores de monedas estables y blinda al sistema financiero frente a los riesgos asociados con la insolvencia, la opacidad y la territorialidad. En esencia, busca facilitar la integración de las stablecoins al sistema financiero tradicional.
La propuesta regula la emisión de stablecoins, exigiendo su autorización a nivel estatal o federal y respaldo 1:1 en activos de alta liquidez, como bonos del gobierno a corto plazo. Si es aprobada por la otra cámara, permitiría que tanto bancos como entidades no bancarias emitan stablecoins, habilitando a emisores más pequeños bajo un régimen regulatorio diferencial, siempre que no administren montos superiores a 10 millones de dólares. Esto representa un punto medio entre la innovación descentralizada y la supervisión federal.
El GENIUS Act también pone fin a la discusión sobre si una stablecoin es un valor o un commodity, aclarando que no es ni lo uno ni lo otro. Quedan expresamente excluidas del ámbito de la SEC y la CFTC, y pasan a ser activos con naturaleza y reglas propias. Uno de los aportes más relevantes en términos de claridad jurídica sobre la propiedad de los activos es que, en caso de quiebra, las reservas de los emisores deben separarse de su patrimonio y entregarse a los inversionistas en un plazo máximo de 14 días.
¿Y qué tiene que ver Colombia con esto? Todo. En Colombia y América Latina, muchas fintechs, bancos y plataformas de pagos ya utilizan stablecoins para pagar a freelancers, proveedores y procesar remesas de forma más eficiente y económica. Esto permitirá a las empresas operar con activos más seguros, sujetos a normas de protección al consumidor, lo que facilitará su gestión tributaria y la supervisión financiera. Además, hará posibles pagos entre Colombia y EE. UU. con menor fricción, menor costo y mayor velocidad, bajo una figura legal clara.
El GENIUS Act también es un llamado de atención para los países que aún no han actualizado su marco legal para incorporar activos digitales. Si Colombia no regula o armoniza sus normas con estos estándares, podría quedar al margen de un nuevo sistema financiero basado en stablecoins. El GENIUS Act no es solo un proyecto con impacto en los Estados Unidos, sino una declaración de intención que redefine el papel del dólar digital en la economía global. Para las empresas en América Latina, representa una oportunidad real de integrarse de forma segura, escalable y legal a un nuevo estándar internacional de pagos. La pregunta es: ¿se adaptarán nuestros marcos regulatorios, o dejaremos pasar la oportunidad?