Liberalismo de derecha con conciencia social
Dentro de una perspectiva pragmática dentro del liberalismo, creo que el progresismo conservador y el reformismo son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de una sociedad.
Martes, Junio 11, 2024
En febrero de 2024, publiqué una columna en C-LEVEL titulada “¿Puede el liberalismo colombiano superar su identidad y renovarse en el Siglo XXI?”. Aunque no tengo conocimiento del impacto de esa columna, hoy quiero reflexionar sobre el tema con un tono distinto, creando un manifiesto político que refleje mis creencias y valores como un liberal de centro-derecha; defiendo un enfoque que combina el republicanismo liberal con el nacionalismo liberal.
Este enfoque valora la libertad individual y la autonomía personal y económica, pero también reconoce la necesidad de equilibrarlas con mecanismos que fomenten la cohesión social en una sociedad diversa. El Estado debe jugar un papel mínimo, confiando en el orden social espontáneo del mercado para regular las relaciones entre los individuos, mientras que la sociedad debe ser activa en la promoción de la cohesión social a través de la educación, la cultura y la participación ciudadana.
Además, dentro de una perspectiva pragmática dentro del liberalismo, creo que el progresismo conservador y el reformismo son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de una sociedad. El progresismo conservador implica la conservación del patrimonio cultural, mientras que el reformismo implica la adaptación a los cambios y la innovación para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
En este sentido, creo que es necesario encontrar un equilibrio entre la libertad individual y la cohesión social, y que el Estado debe jugar un papel mínimo mientras la sociedad es activa en la promoción de la cohesión social. Además, el progresismo conservador y el reformismo son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de una sociedad. Espero que este manifiesto político sea un llamado a la reflexión y a la acción para renovar el liberalismo colombiano y construir un futuro más próspero y pacífico para todos los colombianos.
Entiendo que la cohesión social implica que todos los individuos se sientan conectados y comprometidos con el bienestar común. La diversidad, aunque puede ser una fuente de conflictos, es también un motor de crecimiento y desarrollo social cuando se maneja con inclusión y respeto.
Es crucial que nuestras políticas públicas promuevan la igualdad de oportunidades y la justicia social para que todos los miembros de la sociedad se sientan valorados y respetados. La inclusión debe ser un pilar de nuestra sociedad, y debemos asegurarnos de que todas las voces sean escuchadas y que todos los individuos tengan acceso a servicios esenciales como salud y educación.
El sentido de pertenencia es un pilar crucial para la cohesión social. Cuando los individuos se sienten parte de una comunidad, reconocen que su bienestar está intrínsecamente ligado al de los demás. Este sentido de pertenencia se cultiva a través de la participación ciudadana, la educación y la promoción de la identidad cultural y social. A través de estos esfuerzos, podemos asegurar una convivencia pacífica y equitativa en una sociedad diversa.
Aunque la libertad individual es un derecho fundamental, su ejercicio debe estar armonizado con esfuerzos deliberados para fortalecer la cohesión social. Trabajemos juntos por un país más libre, justo, seguro y próspero para todos. Este camino hacia el progreso respeta nuestros valores democráticos y nuestra diversidad, asegurando un futuro mejor para las generaciones venideras.
Es en virtud de lo anterior que estipulo algunos pilares fundamentales en mi perspectiva política y social. La libertad individual es un pilar de nuestra sociedad y debe ser protegida. El Estado no debe interferir en las relaciones consensuadas entre adultos, asegurando que cada persona pueda vivir según sus propios valores mientras no perjudique a otros.
Esta libertad viene acompañada de una responsabilidad compartida de cuidar el medio ambiente, con derechos de propiedad y responsabilidades claras para minimizar el impacto ecológico. Asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios públicos esenciales como salud y educación es crucial. Esto se extiende a los inmigrantes, quienes deben ser integrados plenamente mediante el aprendizaje del idioma y la cultura. Al mismo tiempo, las empresas deben ser incentivadas para mantener empleos en el país, promoviendo un desarrollo económico inclusivo.
La transparencia en la vida pública es esencial para una democracia sana. Requerir declaraciones de impuestos a los candidatos y proteger a los denunciantes de corrupción sin comprometer la seguridad nacional son pasos importantes. La inclusión y el respeto a la diversidad en todos los ámbitos, especialmente en escuelas y espacios públicos, son fundamentales para fortalecer nuestra cohesión social. La lucha contra ideologías extremistas que incitan al odio y la violencia es esencial para mantener la paz social. El abuso de drogas debe ser tratado como un problema de salud pública, con un enfoque en el tratamiento y la prevención. Asegurar la defensa nacional con un gasto militar adecuado garantiza la seguridad sin sacrificar los derechos individuales.
Fomentar el libre comercio internacional y reducir aranceles impulsará el crecimiento económico y la competitividad. La inversión en infraestructura sostenible, como trenes de alta velocidad, y la investigación en tecnologías verdes son claves para combatir el cambio climático y asegurar un desarrollo económico sustentable. Prohibir la promoción de ideologías extremistas es crucial para mantener la cohesión social y prevenir la incitación al odio y la violencia. Esto ayuda a crear un ambiente de respeto y tolerancia, fundamental para una convivencia pacífica.
Aunque el Estado debe ser aconfesional, puede financiar actividades sociales de la Iglesia debido a su impacto positivo en la sociedad. Esto incluye la educación y asistencia en colegios concertados y centros de ayuda, que contribuyen al bienestar comunitario.
Promover la igualdad ante la ley sin discriminación por sexo, raza o grupo social es esencial para una sociedad justa. Esto implica eliminar cualquier imposición o beneficio basado en estas características, garantizando trato igualitario para todos los ciudadanos. El Estado debe regular la inmigración para permitir la entrada legal de inmigrantes necesarios para el desarrollo económico y social del país.
Esto asegura que la inmigración contribuya positivamente y se maneje de manera ordenada. El Estado tiene la responsabilidad de proteger y promover la cultura y el idioma propios de la nación para preservar su identidad. Esto fortalece el sentido de pertenencia y cohesión entre los ciudadanos.
Los impuestos deben ser mínimos y necesarios, cubriendo únicamente los gastos esenciales del Estado. Esto asegura que los recursos se utilicen eficientemente, reduciendo la carga fiscal sobre los ciudadanos y promoviendo el crecimiento económico. Fomentar la inclusión y el respeto a la diversidad en todos los ámbitos es fundamental para una sociedad equitativa. La educación en diversidad en escuelas y espacios públicos ayuda a construir una comunidad más tolerante y respetuosa.
Trabajemos juntos por un país más libre, justo, seguro y próspero para todos. Este camino hacia el progreso respeta nuestros valores democráticos y nuestra diversidad, asegurando un futuro mejor para las generaciones venideras. ¡Juntos, lo lograremos!