Redes sociales y cámaras de eco: El obstáculo para una visión unificada en Colombia

Las redes sociales han profundizado la polarización en Colombia, dificultando la construcción de una visión nacional unificada.
Fabián Motta, director de SmartPR

Fabián Motta

Director General SmartPR

En la era de la hiperconectividad, las redes sociales se han convertido en una de las principales plataformas de comunicación, interacción y consumo de información para millones de colombianos. A primera vista, podría parecer que estas herramientas han permitido una mayor democratización del acceso a la información y el fortalecimiento de la participación ciudadana. Sin embargo, bajo esa aparente pluralidad de voces y opiniones, se esconde un fenómeno que nos aleja cada vez más de una visión colectiva o de un proyecto de país: las cámaras de eco.

Cámaras de eco: el aislamiento de las ideas

En los últimos meses, he estado profundizando en el concepto de las cámaras de eco, un término que he venido leyendo con mayor frecuencia el último año y que hoy considero relevante para expresar mi opinión. Una cámara de eco es el resultado de la interacción entre personas que comparten ideas y valores similares, donde las opiniones y creencias se retroalimentan sin espacio para la crítica o el diálogo con puntos de vista opuestos. En las redes sociales, los algoritmos tienden a favorecer esta dinámica, creando un entorno en el que nuestras ideas se ven constantemente reforzadas y donde cualquier pensamiento divergente es ignorado o, en el peor de los casos, atacado.

En Colombia, donde la polarización política y social ha marcado profundamente nuestras últimas décadas, estas cámaras de eco amplifican las divisiones ya existentes. Nosotros, los colombianos, estamos cada vez más fragmentados en burbujas de información donde las realidades percibidas son tan distintas que parecen incompatibles. Ya no es solo una diferencia de opinión, es una diferencia en la interpretación misma de los hechos.

Polarización como modelo político

Recientemente, en un podcast donde invitaron a Diana Turbay, se explicó cómo la polarización puede ser utilizada como un modelo político deliberado. Turbay señaló que los líderes, al acentuar las divisiones sociales y culturales, logran una mayor lealtad de sus bases, movilizando a sus seguidores mediante la creación de un “ellos contra nosotros”. Esta estrategia, aunque efectiva a corto plazo para ganar elecciones o consolidar el poder, resulta perjudicial para la cohesión de nuestra sociedad en el largo plazo.

Este fenómeno es particularmente evidente en Colombia, donde los discursos polarizados han calado profundamente, erosionando nuestra capacidad de generar consensos y compromisos entre las diferentes facciones políticas y sociales.

La dificultad de construir un proyecto de país

Históricamente, los proyectos nacionales en Colombia han sido difíciles de construir, en parte debido a nuestra diversidad geográfica, cultural y económica. No obstante, en el pasado había una mayor posibilidad de generar consensos a partir del diálogo entre las diferentes fuerzas políticas, sociales y regionales. Hoy, las cámaras de eco y la fragmentación de la conversación pública en las redes sociales hacen que ese consenso sea cada vez más inalcanzable.

En su más reciente visita a Colombia, David Vélez, fundador de Nubank, habló sobre la necesidad urgente de que como país nos tracemos un proyecto a 10 años. Vélez mencionó que "sin una visión clara a largo plazo, no será posible avanzar como nación hacia una dirección común". En un entorno tan polarizado como el actual, resulta difícil, pero no imposible, plantear una ruta unificada que pueda ser compartida y respaldada por la mayoría de los colombianos.

El rol de las redes sociales en esta fragmentación

Las redes sociales no son la causa directa de esta fragmentación, pero sí la aceleran y profundizan. En lugar de abrir espacios para el debate constructivo, los algoritmos nos conducen hacia contenidos que confirman nuestras creencias previas. Esto, sumado al anonimato y la velocidad con la que se propaga la información, genera un entorno de hostilidad y rechazo hacia las opiniones contrarias, polarizando aún más a nuestra sociedad.

En un país como Colombia, donde la desigualdad y la violencia han dejado cicatrices profundas, las redes sociales podrían haber sido un espacio para la reconciliación y el encuentro entre diferentes puntos de vista. Sin embargo, el diseño mismo de estas plataformas ha terminado fomentando la división.

¿Qué podemos hacer?

El camino hacia una visión unificada para Colombia no es sencillo, pero existen algunos pasos que podrían facilitar el proceso. Primero, es fundamental promover una alfabetización digital que permita a los colombianos ser más críticos con la información que consumimos y, sobre todo, con los algoritmos que deciden qué vemos en nuestras redes. Además, es crucial que nuestros líderes políticos y sociales fomenten el diálogo en lugar de la confrontación. La tentación de utilizar la polarización para ganar apoyo es grande, pero solo agrava las divisiones.

Colombia necesita espacios de diálogo que trasciendan las cámaras de eco, donde nuestras diferencias sean vistas como una oportunidad para construir una sociedad más plural y donde las redes sociales no sean el muro que nos impida vernos como parte de un mismo país.