
Carta al CEO
Una buena noticia que no debe anestesiar la realidad laboral
La tasa de desempleo en Colombia cayó a 10,3 % en febrero de 2025, el dato más bajo para este mes en ocho años. Pero aún hay razones de peso para no celebrar sin reservas.
Lunes, Marzo 31, 2025
La economía colombiana muestra señales de recuperación, y el mercado laboral responde. Según el DANE, la tasa de desempleo en febrero de este año se ubicó en 10,3 %, una baja significativa frente al 11,7 % registrado en el mismo mes de 2024. La Tasa de Ocupación (58 %) y la de Participación (64,7 %) también mejoraron, consolidando el mejor panorama laboral de los últimos ocho febreros. No es un dato menor.
Pero en tiempos donde se buscan titulares optimistas, vale la pena detenerse y mirar más allá de las cifras agregadas. ¿Qué tipo de empleos se están creando? ¿Quiénes realmente están accediendo a ellos? ¿Y a qué costo?
La recuperación no ha sido igual para todos
La brecha laboral entre hombres y mujeres sigue siendo profunda. Mientras el desempleo masculino bajó a 8,0 %, el femenino se mantuvo en 13,4 %. Una diferencia de 5,5 puntos porcentuales que no es nueva, pero que se vuelve más evidente cuando se contrasta con el discurso de recuperación. Si bien el empleo femenino creció un 5,9 % frente al año anterior —más que el 3,2 % de los hombres—, esto no ha sido suficiente para cerrar la distancia estructural que castiga más a quienes más lo necesitan.
Un mercado laboral que mejora sin corregir las desigualdades de género reproduce el mismo modelo que nos trajo hasta aquí.
Sectores que impulsan el empleo, pero no garantizan calidad
El crecimiento de la ocupación estuvo impulsado por tres sectores: construcción, administración pública/salud/educación y alojamiento y servicios de comida. Aunque la generación de empleo siempre será una buena noticia, conviene preguntarse por la calidad y sostenibilidad de estos puestos. ¿Cuántos son informales? ¿Qué nivel de ingresos garantizan? ¿Qué tan vulnerables son a ciclos económicos o decisiones presupuestales?
Más preocupante aún: la fuerte participación de sectores como alojamiento y servicios de comida, tradicionalmente informales y con alta rotación, puede estar enmascarando debilidades estructurales del mercado laboral.
No confundamos repunte con transformación
La reducción del desempleo es, sin duda, un logro. Pero no puede convertirse en una excusa para postergar las reformas de fondo que necesita el país: políticas activas de empleo con enfoque de género, fomento del empleo formal, mayor conexión entre educación y demanda laboral, e incentivos a sectores que generen valor a largo plazo.
Desde Revista C-level, celebramos cada señal de recuperación, pero creemos firmemente que la verdadera meta no es solo reducir el desempleo, sino transformar el empleo en Colombia. Que esta cifra histórica no sea una meta, sino un punto de partida.