Acelerar la transformación digital, no la digitalización

Hoy es un día para celebrar lo mucho que la tecnología y quienes trabajan en ella nos han hecho avanzar, para que la humanidad en todos los ámbitos pueda tener más fácil la vida. Como señala la ONU, cada año, el 17 de mayo desde 1969, se celebra y conmemora la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional en 1865.

Este es sin duda, un día que emociona a todos los que trabajamos en el sector TIC y nos asombramos cuando sabemos que conexiones submarinas y el ingenio de millones de profesionales ha producido la Sociedad de la Información en la que vivimos hoy, de la que se beneficia nuestra cultura y nos trae en segundos información desde el otro lado del mundo.

Por otro lado, además de celebrar, agradecer y conmemorar, este día nos llama a reflexionar y valorar el impacto que la tecnología ha tenido en la forma en que vivimos y cómo hoy en día aquello que parecía ciencia ficción, nuestros hijos lo incorporan de manera natural en su cotidianidad. Específicamente en el caso colombiano, el Informe de Madurez Digital 2022 realizado por Needed Education, la Andi y Caracol TV, en el que participamos como parte del sector tecnológico, no arrojó resultados muy alentadores. Según el documento, aún contamos con un grado de madurez ‘inicial’ de 33%, respecto al total ideal en Latinoamérica que es de un 70%, así que tenemos una brecha que debemos cubrir entre Estado, empresa privada, academia y gremios o asociaciones.

En este sentido, unas de las conclusiones que considero más importantes de dicho ejercicio que se hizo con los empresarios para seguir avanzando y superar estas brechas, es que debemos acelerar las estrategias para no sólo generar conocimiento y digitalizar, sino desarrollar casos de uso en el aparato productivo. ¿Cómo queremos volver todo digital, si no hay quien entienda cómo hacerlo, o no se cuentan con las herramientas que lo permitan? Sobre todo cuando se habla de servicios al ciudadano relacionados con el ejercicio de los derechos fundamentales; pues, evidentemente este sigue siendo un gran desafío.

Así lo reitera también la Política de Gobierno Digital en el país, que cuenta entre sus habilitadores con uno de ellos llamado Cultura y Apropiación. Esto es lo referente al universo de conocimiento que van creando en las personas de las empresas y de la ciudadanía en general comportamientos, si bien por apropiación de conceptos y manejo de las tecnologías, pero también de sus riesgos, de su amplitud y de los procesos de cada ámbito en la que esta se involucre.

Por último, en este llamado a celebrar educando sin dejar de lado a lo más preciado que son las personas, las protagonistas del cambio; la democratización de la tecnología nos habilita para producir resultados diferentes pero es insuficiente si no producimos cambios verdaderamente ambiciosos y de impacto colectivo, de lo contrario, modernizar a través de la tecnología sólo nos llevará a cometer los mismos errores, sólo que más rápido.