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Balance primera legislatura 2023-2024: sólo 2% de proyectos radicados fueron aprobados

En el primer periodo de la legislatura 2023-2024 se radicaron 551 proyectos de ley (62,2% en la Cámara de Representantes y 37,8% en el Senado) y de estos apenas 15 han sido aprobados (2.72%).
Domingo, Enero 7, 2024

El panorama legislativo en este periodo ha sido, en general, poco exitoso. Datos arrojados por SONAR, sistema de monitoreo de asuntos regulatorios de la firma Orza, demuestran que en el primer periodo de la legislatura 2023-2024 se radicaron 551 proyectos de ley (62,2% en la Cámara de Representantes y 37,8% en el Senado) y de estos apenas 15 han sido aprobados (2.72%).

Así las cosas, 483 proyectos continúan en trámite (457 son de origen congresional y apenas 26 de iniciativa gubernamental); 53 fueron archivados y 13 están pendientes de sanción. De cara al segundo periodo de legislatura 2023-2024 (16 de febrero - 20 de junio), varios proyectos continuarán su trámite: en la Cámara hay 414 proyectos (278 de esta legislatura y 136 de la legislatura anterior) y en el Senado hay 287 (183 de esta legislatura y 104 de la anterior).

Tal y como explica Juliana Ocampo, socia de Orza y experta en el tema, si bien al principio de la legislatura la agenda del gobierno no avanzó, a partir de octubre comenzó a reactivarse el trámite y logró darle tracción a proyectos importantes en su agenda. El Congreso aprobó en segundo debate la reforma a la salud y en primer debate los proyectos de ley estatutaria de reforma a la educación y de estructuración e integración de la Jurisdicción Agraria Rural. Además, la última semana de sesiones dejó aprobados 16 de 98 artículos de la reforma laboral. 

Aun así, fueron pocos los proyectos que completaron su trámite este año. Algunos temas relevantes que se aprobaron fueron el proyecto de eliminación de las marcas de gobierno, el Presupuesto General para 2024, la educación gratuita en universidades públicas y la ratificación del Acuerdo de Transporte Internacional de Carga y Pasajeros por carretera entre Colombia y Venezuela. 

En detalle, un total de 316 proyectos radicados en esta legislatura se encuentran pendientes por surtir su primer debate. Estos se dividen en 185 para la Cámara y 131 para el Senado, lo que demuestra un grave estancamiento para el Congreso puesto que apenas 40,02% de los proyectos radicados esta legislatura han surtido este importante primer paso. Si esta tendencia continúa, el 20 de junio de 2024 una considerable cantidad de proyectos serán archivados por falta de trámite.

Con este represamiento en el Congreso de la República, los grandes afectados son los congresistas, pues de los 521 proyectos de ley que radicaron solo 11 se convirtieron en ley (2.11%), mientras que, de los 27 proyectos que presentó el Gobierno nacional, cuatro fueron aprobados (15.85%).

María Jimena Escandón, abogada laboralista y socia de Orza, explica que en la Cámara de Representantes la comisión VI presentó un mayor número de proyectos estancados en trámite (73 proyectos por surtir alguno de los tres debates restantes). Por parte del Senado, la comisión con más estancamiento de proyectos fue la VII (34 proyectos deben surtir alguno de los debates restantes).

“Este alto estancamiento de proyectos, sin duda, repercutirá al final de la legislatura con una de dos opciones: La agenda del gobierno fracasa porque los congresistas dan trámite priorizado a sus iniciativas o las agendas de los congresistas se caen porque deciden dar trámite a las agendas del gobierno”, detalló Escandón.

Todo este panorama demuestra que, al interior del Congreso el Gobierno mantuvo la misma estrategia basada en el menudeo de votos, donde cumplen un papel fundamental los ministros Luis Fernando Velasco y Mauricio Lizcano en la negociación uno a uno de políticos afines al gobierno en el Partido Verde, el Partido Liberal y el Partido de la U. Una estrategia que ha exacerbado las facciones al interior de los partidos políticos, destacando especialmente el caso de los liberales y los verdes, que en su interior siguen debatiendo si declararse o no en independencia.

De cara al 2024, la estrategia del Gobierno nacional, considerando que lo espera un entorno político frágil, está en rebajar sus apuestas, negociando uno a uno en el marco de una dinámica “vetocrática” o en radicalizarse, lo que implicará que la oposición eleve su nivel de influencia. Entre tanto, explica María Jimena Escandón, los alcaldes electos, críticos del Gobierno, emergen como nuevos actores en el escenario político.

“En una dinámica de relación gana-gana, buscarán priorizar sus intereses y proyectos a nivel local y regional. En estas circunstancias, los nuevos dirigentes requerirán el respaldo del Gobierno, lo que los impulsa a moderar sus posturas y a ampliar su margen de negociación para evitar el incremento de la influencia de la bancada de oposición en la discusión”, sentenció la experta.