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Banco de la República reduce tasa de interés a 9,75% para impulsar el crecimiento económico
La Junta Directiva del Banco de la República baja la tasa de interés en 50 puntos básicos, buscando equilibrar crecimiento económico y control de inflación.
Viernes, Noviembre 1, 2024
En una decisión marcada por la prudencia y la necesidad de estimular la economía, el Banco de la República ha decidido reducir su tasa de interés en 50 puntos básicos, estableciéndola en 9,75%. La medida fue aprobada por una mayoría en la Junta Directiva, con cuatro de los siete miembros a favor de la reducción de 50 puntos y tres inclinándose por un recorte más agresivo de 75 puntos básicos. Esta decisión refleja una postura de apoyo al crecimiento económico, pero con atención cautelosa a los riesgos inflacionarios y cambios en el entorno global.
Factores clave en la decisión de política monetaria
- Baja en la inflación: La inflación anual a septiembre fue de 5,8%, una reducción respecto al 6,1% registrado en agosto. Además, la inflación subyacente, que excluye alimentos y regulados, se mantuvo alrededor del 5,5%, impulsada principalmente por la inflación en servicios, lo que muestra una contención gradual en los precios.
- Proyecciones de inflación a la baja: Las proyecciones de inflación para 2024 se revisaron a la baja, situándose en un 5,3%, y las expectativas de inflación para 2025 se mantienen ancladas en torno al 3%. Las encuestas de mercado también sitúan la expectativa de inflación para fines de 2025 en 3,8%, reflejando un ambiente de estabilidad en la percepción inflacionaria a mediano plazo.
- Reactivación de la actividad económica: Desde finales de 2023, la economía colombiana ha mostrado señales de recuperación. El equipo técnico del Banco revisó al alza sus proyecciones de crecimiento económico para 2024 y 2025, situándolas en 1,9% y 2,9%, respectivamente. Esta perspectiva optimista de crecimiento respalda la reducción de la tasa de interés como un impulso adicional para la actividad productiva.
Retos en el frente cambiario y fiscal
La reducción de la tasa de interés viene acompañada de desafíos. A pesar del recorte, la tasa de cambio peso-dólar ha registrado incrementos, un fenómeno que el Banco relaciona con la fortaleza global del dólar, la caída en los precios del petróleo y la incertidumbre fiscal en Colombia. Estos factores generan presiones inflacionarias, lo que podría limitar la capacidad del Banco para continuar con el ciclo de recortes en la política monetaria.
- Fortaleza del dólar y precio del petróleo: La subida del dólar y el precio bajo del petróleo han afectado la economía colombiana, pues ambos impactan los ingresos fiscales del país y generan volatilidad cambiaria que podría trasladarse a los precios internos.
- Incertidumbre fiscal: La situación fiscal del país sigue generando preocupación. La brecha en el recaudo tributario y el déficit proyectado para el presupuesto de 2025 ponen en riesgo la estabilidad macroeconómica. Además, el trámite de un nuevo Acto Legislativo para reformar el Sistema General de Participación añade una capa de incertidumbre, la cual podría afectar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo.
Perspectivas futuras: cautela en la política monetaria
La Junta del Banco de la República ha sido clara en señalar que las futuras decisiones de política monetaria dependerán de la evolución de los datos económicos y financieros, tanto nacionales como internacionales. La reciente reducción de la tasa de interés busca apoyar el crecimiento, pero sin perder de vista los riesgos sobre la inflación. En un contexto de cambios y presiones tanto internas como externas, el Banco mantiene un enfoque de cautela, abierto a ajustar su política conforme lo requiera la situación.
Un balance entre crecimiento e inflación
La decisión de reducir la tasa de interés a 9,75% refleja un esfuerzo por equilibrar el crecimiento económico con el control de la inflación. En un entorno complejo, donde la volatilidad cambiaria y los desafíos fiscales siguen presentes, el Banco de la República opta por una postura que impulsa la actividad económica y, al mismo tiempo, mantiene un enfoque prudente ante posibles riesgos inflacionarios. El panorama para Colombia sugiere que la política monetaria seguirá siendo clave en la estabilidad macroeconómica y en el camino hacia una recuperación sostenida.