Innovación

Carga de vehículos eléctricos en Colombia: el reto doméstico

Colombia avanza en movilidad eléctrica, pero la carga pública es limitada; por eso, instalar cargadores en casa gana relevancia en 2025.
Jueves, Diciembre 18, 2025

La carga de vehículos eléctricos en Colombia se ha convertido en uno de los principales cuellos de botella para la masificación de esta tecnología. Aunque la adopción de vehículos eléctricos creció 129,8 % en lo corrido de 2025, el país solo contaba con 143 estaciones de carga registradas a agosto, concentradas principalmente en Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca.

Esta brecha entre crecimiento del parque automotor eléctrico e infraestructura disponible está redefiniendo la forma en que los usuarios planean su transición hacia una movilidad más sostenible.

Carga de vehículos eléctricos en Colombia: infraestructura aún insuficiente

Si bien el avance frente a años anteriores es evidente, la infraestructura pública sigue siendo limitada para soportar la demanda creciente. Los cargadores rápidos y semirrápidos de corriente continua (DC) resultan clave para trayectos largos, pero su cobertura sigue siendo baja y altamente concentrada en corredores específicos.

Este escenario obliga a los propietarios de vehículos eléctricos a buscar soluciones complementarias que les permitan operar con mayor previsibilidad y autonomía.

La carga doméstica como alternativa estratégica

Para quienes cuentan con vivienda propia o estacionamiento privado, instalar un cargador en casa se posiciona como la opción más práctica. Los cargadores residenciales de nivel 2 (220–240 V) permiten recargar el vehículo durante la noche, con mayor estabilidad y menor tiempo que un enchufe convencional.

Según Juan Diego Galindo, gerente general de Autocom, “instalar un punto de carga en casa se ha convertido en una necesidad para muchos propietarios, especialmente ante la limitada infraestructura pública disponible”.

Requisitos técnicos y normativos

La instalación de un cargador doméstico va más allá de la compra del equipo. Requiere:

  • Espacio de parqueo privado o autorización en propiedad horizontal.

  • Adecuación de la red eléctrica, con breaker exclusivo y cableado adecuado.

  • Instalación por técnico o ingeniero certificado RETIE, con acta de conformidad.

  • Protecciones eléctricas completas, incluyendo puesta a tierra y sistemas contra sobrecargas y sobretensiones.

Estos requisitos no solo garantizan seguridad, sino que son exigidos por fabricantes y aseguradoras.

Compatibilidad y estándares

Otro aspecto clave es la compatibilidad del cargador con el vehículo. En Colombia predominan dos estándares: Tipo 1 (SAE J1772), común en marcas japonesas y estadounidenses, y Tipo 2 (Mennekes), más extendido en modelos europeos y nuevas marcas chinas.

Elegir correctamente evita sobrecostos y asegura una experiencia de carga eficiente y segura.

Autonomía diaria y eficiencia operativa

Aunque implica una inversión inicial, contar con un cargador en casa ofrece ventajas claras: autonomía diaria, menor dependencia de la red pública y mayor disponibilidad del vehículo. Para muchos usuarios, este factor es decisivo para que la movilidad eléctrica funcione en la práctica.

En un país donde la infraestructura pública aún enfrenta retos estructurales, la carga doméstica se consolida como un habilitador clave de la transición energética.

La experiencia de 2025 confirma que el crecimiento de la movilidad eléctrica no depende solo de la oferta de vehículos, sino de decisiones estratégicas en infraestructura. Mientras la red pública se expande, la instalación de cargadores en casa emerge como una solución concreta para acelerar la adopción y reducir la fricción en el día a día.

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