Innovación
Ciberataques en Navidad aumentan hasta 70% y ponen en alerta a las empresas
Los días festivos concentran más de la mitad de los ataques de ransomware. Menos personal, más compras online y sistemas expuestos elevan el riesgo.
Viernes, Diciembre 26, 2025
Durante Navidad y Año Nuevo, cuando las organizaciones reducen su personal operativo y los sistemas funcionan con mínima supervisión, los ciberataques no se toman descanso. Por el contrario, se intensifican. Estudios recientes muestran que hasta el 52% de los ataques de ransomware ocurren durante fines de semana o días festivos, y que los intentos de ataque pueden aumentar hasta un 70% entre noviembre y diciembre, frente a los primeros meses del año.
Así lo advierte ESET, firma especializada en detección proactiva de amenazas, que identifica la temporada navideña como uno de los momentos más críticos para la ciberseguridad empresarial, especialmente en sectores como salud, servicios financieros, comercio y medios de comunicación.
Menos vigilancia, más vulnerabilidad
El incremento de las compras en línea, la operación de equipos de TI con dotaciones mínimas y la percepción general de “piloto automático” crean un escenario ideal para el cibercrimen. De acuerdo con análisis del sector, los ataques de ransomware tardan más en ser detectados y mitigados cuando las empresas operan con menos recursos de ciberseguridad, lo que amplifica su impacto operativo y financiero.
Un informe citado por ESET señala que entre 2018 y 2020 los intentos de ransomware crecieron 30% durante la temporada navideña, tendencia que se ha mantenido en los años posteriores. En 2025, nuevos estudios confirman que los delincuentes digitales siguen aprovechando fechas festivas y fines de semana para ejecutar ataques de alto impacto.
Casos reales: hospitales, gobiernos y grandes empresas
Los antecedentes muestran que ningún sector está exento. Entre los casos documentados durante Navidad y Año Nuevo se encuentran:
Instituciones de salud, como hospitales y clínicas, cuyos sistemas fueron cifrados, afectando servicios críticos y exponiendo datos de cientos de miles de pacientes.
Empresas de servicios financieros, que enfrentaron el cierre temporal de operaciones globales tras ataques dirigidos a sus redes internas.
Medios de comunicación, cuyas plataformas de impresión y publicación quedaron inhabilitadas en pleno cierre de año.
En varios de estos episodios, los atacantes aprovecharon credenciales filtradas, software sin actualizar o la ausencia de autenticación multifactor, demostrando que las brechas más simples siguen siendo las más explotadas.
Un reto estratégico para la alta dirección
Más allá del componente técnico, la ciberseguridad en fechas críticas se ha convertido en una decisión estratégica de negocio. La interrupción de operaciones, la pérdida de confianza de clientes y los riesgos regulatorios elevan el costo real de un ataque, que va mucho más allá del rescate económico.
Para las organizaciones, el desafío no es solo tecnológico, sino de gobernanza y planeación: definir niveles mínimos de cobertura en días festivos, fortalecer los esquemas de monitoreo continuo y garantizar que los planes de contingencia funcionen incluso cuando gran parte del equipo está fuera.
Prevención: entre la tecnología y la cultura organizacional
Desde la perspectiva de ESET, una defensa efectiva combina herramientas avanzadas con procesos claros y concientización constante. Entre las medidas clave destacan:
Monitoreo y respuesta 24/7, mediante servicios gestionados de detección y respuesta.
Actualización permanente de sistemas y respaldos verificados, para reducir vectores de entrada y acelerar la recuperación.
Segmentación de accesos y control de privilegios, que limite el alcance de credenciales comprometidas.
Capacitación del talento, especialmente frente a campañas de phishing que suelen intensificarse con falsas ofertas, bonos o mensajes festivos.
Un riesgo que no entra en vacaciones
La evidencia es clara: el cibercrimen aprovecha los momentos de menor vigilancia. En un contexto de creciente digitalización y dependencia tecnológica, las fiestas de fin de año se consolidan como una prueba de fuego para la resiliencia operativa de las organizaciones.
Para los líderes empresariales, el mensaje es contundente: la ciberseguridad no puede depender del calendario. Anticiparse, invertir y mantener la vigilancia activa durante todo el año es hoy una condición indispensable para proteger la continuidad del negocio.