Innovación

Ciberseguridad predictiva: IA para anticipar ataques

Ciberseguridad predictiva gana terreno: 2025 LATAM promedió 3.048 ataques por empresa (+17%), y la IA busca anticipar señales antes del daño real hoy.
Sábado, Diciembre 27, 2025

Ciberseguridad predictiva es el concepto que empieza a colarse con fuerza en la agenda de los comités de tecnología, riesgo y continuidad de negocio en América Latina, justo cuando las organizaciones enfrentan más volumen y más sofisticación en los ataques.

En 2025, las empresas de la región registraron un promedio de 3.048 ciberataques semanales por entidad, un 17% más frente al año anterior, de acuerdo con cifras citadas de Check Point Research.  Ese salto no solo habla de cantidad: también de amenazas que se automatizan, se camuflan en comportamientos “normales” del sistema y presionan los modelos tradicionales, diseñados para reaccionar cuando el incidente ya ocurrió. 

Ciberseguridad predictiva: del “detectar” al “anticipar”

Durante años, el enfoque dominante fue identificar alertas y responder. El giro que plantea la ciberseguridad predictiva es diferente: buscar señales tempranas de riesgo antes de que la intrusión escale y se traduzca en interrupciones, extorsión, pérdida de datos o daño reputacional.

Según Orión, más compañías están apostando por soluciones impulsadas por IA que priorizan la predicción y la prevención, no solo la reacción.  La lógica es empresarial: cuando el ataque se descubre tarde, el costo total (operativo, legal y de marca) se multiplica.

Qué cambia con la IA: menos ruido, más contexto

Uno de los problemas clásicos en seguridad es el “ruido” (alertas que no son incidentes). En el enfoque predictivo descrito en el documento, la IA se usa para:

  • Identificar patrones anómalos que podrían pasar inadvertidos en esquemas tradicionales. 

  • Reducir falsos positivos y ayudar a priorizar eventos críticos. 

  • Contextualizar amenazas con marcos de referencia como MITRE ATT&CK, para entender qué técnica se está observando y cómo podría evolucionar. 

En la práctica, esto busca mejorar una métrica que importa al negocio: el tiempo. Menos tiempo para detectar, menos tiempo para contener, menos tiempo de indisponibilidad.

Un caso en la región: vigIA by Orión y el enfoque “capa adicional”

Dentro del panorama descrito, la compañía chilena Orión presenta vigIA como un servicio que se integra a operaciones existentes (incluidos SOC), sin decirle a la empresa que “empiece de cero”.  Su promesa central es actuar como una capa adicional orientada a señales tempranas, con monitoreo 24/7 y análisis avanzado. 

“En el contexto actual, donde los ataques se esconden dentro del comportamiento normal de los sistemas y evolucionan constantemente, contar con servicios de este tipo permite a las empresas adelantarse a escenarios de riesgo…”, explicó Jorge Ríos, Head of Operation Center de Orión, al enumerar ejemplos como exfiltración de datos, actividad anómala fuera de horario e intentos de phishing. 

Por qué este debate llega a junta directiva en 2026

El “cambio de chip” es estratégico: en un entorno de ataques más frecuentes y sofisticados, la ciberseguridad deja de ser solo una conversación técnica y se convierte en una discusión de:

  • Continuidad operativa (tiempo de caída y recuperación).

  • Riesgo reputacional (confianza de clientes y aliados).

  • Gobernanza de datos (qué se protege, cómo se audita y quién responde).

  • Eficiencia (cómo se prioriza lo crítico sin ahogar al equipo en alertas).

La conclusión es directa: en 2026, muchas organizaciones no competirán solo por innovar más rápido, sino por resistir mejor.