¿Comprar una boleta aporta al desarrollo del ecosistema cultural del país?

Los eventos culturales se han convertido en uno de los planes favoritos para cientos de ciudadanos que se encuentran en ciudades y zonas rurales. Sí, personas que, independientemente de su oficio o de su ocupación, acuden año a año a diferentes espacios para ver artistas nacionales o internacionales. 

Colombia, a lo sumo, es un punto de encuentro en Sudamérica para cientos de extranjeros que vienen directamente al territorio o se dirigen hacía otro país vecino. Por ello, desde la década del 90 se han promovido diferentes políticas públicas que promueven acciones, planes, programas y proyectos basados en el área cultural. Los conciertos, por supuesto, hacen una parte fundamental de ello. 

En ese orden de ideas, la capital de la república se ha convertido en un epicentro que reúne, año a año, a cientos de ciudadanos en espacios públicos y privados para deleitarse con música de diferente género. En la urbe de casi 10 millones de habitantes, converge la salsa, el rock, la ópera, la música popular, el hip-hop, el rap y muchos otros que se abren un espacio en la escena mediática. 

¿Cuántos recursos ha ganado el país el desarrollo de conciertos? 

El panorama ha sido positivo en términos generales. Muestra de ello es que el recaudo anual por espectáculos musicales en el país representará, según la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), $16.882 millones en 2016; $17.151 millones en 2017, $17.536 millones en el año 2018 y $23.393 millones en 2019. 

La pandemia agravó la situación y le impidió, por causas lógicas, el acceso a este tipo de servicios que estaban dispuestos a lo largo y ancho del territorio. No obstante, lograron recaudar $6.045 millones en el año 2020 y $6.045 millones de pesos en el año 2021. Dos recaudos que se lograron triplicar durante el año 2022 cuando el Covid-19 llegó a su fin, las autoridades competentes en el tema lograron reactivar los espacios abiertos para circulación, recreación y entretenimiento.

Lastimosamente, éstas cifras no se generaron de forma paralela entre las principales ciudades del país. Bogotá, una de las ciudades con mayor oferta cultural en la región, logró imponerse sobre las demás con datos que merecen ser compartidos. El año pasado el país logró recaudar $26.425 millones y, de esa cifra, $14.752 millones fueron generados en la capital del país. 

¿Cómo va Bogotá en el transcurso del año 2023? 

Sin duda, favorece las cifras previamente comentadas. A la fecha, se han presentado conciertos de artistas de talla nacional e internacional que, entre chiste y chanza, ha contado con espectáculos que han logrado convocar a más de 28.000 personas. Otros, por medio de festivales como Cordillera, Rock al Parque y el Festival Estéreo Picnic, han logrado sumar más de 65.000 asistentes en un mismo espacio. 

De acuerdo a las cifras presentadas, los conciertos - tanto individuales como en formato de festival- representan uno de los acontecimientos más importantes para los ciudadanos que viven o que viajan a la ciudad de Bogotá para disfrutar de su oferta cultural. Sin embargo, vale la pena precisar que con ello no solamente se representan ganancias para el sistema que conforma cada concierto (empresas, bandas, equipos de sonido, entre otros), sino para los comercios que se encuentran anclados al sector turismo. 

Cambiemos de ciudad para ilustrar este punto, el concierto de la banda mexicana RBD logró, en tan solo 4 fechas, más de 188.000 asistentes y cerca de US$27,3 millones; según los datos suministrados por el Sistema de Inteligencia Turística de Medellín. 

De ellos, un 45,3% de los asistentes pertenecen a Medellín o Valle de Aburrá, un 52,5% fueron asistentes de otras partes del país y, en menor medida, un 2% fueron extranjeros. No solo eso, según datos de Cotelco, la ocupación hotelera registró un pico de 94,9% y 96,1% en los cuatros días de concierto. 

Más allá de las cifras, ¿Por qué las boletas son tan caras? 

Jose M, uno de los influenciadores más cotizados en el ámbito de reseñas musicales, ha tomado este tema como un eje de discusión en uno de sus videos. A su juicio, el precio de las boletas obedece a varios factores, dentro de los cuales resalta: la empresa que organiza el evento, los precios post-pandemia, alquilar los equipos sonoros (en dólares) y, en menor medida, la inflación.

Volvamos a la pregunta inicial… ¿Comprar una boleta aporta al desarrollo del ecosistema cultural del país? 

Sí, sin duda aporta a que nuevos festivales se lleven a cabo y a que exista una cultura que fomente los espacios de ocio y entretenimiento en diferentes ciudades; aunque, hay que ser consciente que la promoción de éstas actividades está centralizada en Bogotá y gran parte de los recursos se pueden quedar en la ganancia de la empresa que organiza el evento. 

No obstante, su aporte puede verse reflejado de forma más clara en los servicios que están ligados al concierto: en la habitación que alquiló, en el almuerzo que se comió o en el aporte voluntario que hizo a un museo. 

Si le gustan los conciertos: cuide de su economía, disfrute de los espacios culturales y continúe aportando al sector cultural. Poco a poco, el país se va preparando para el desarrollo de eventos de primera magnitud.