Carta al CEO
Debilidad industrial
La producción industrial decreció en agosto y lleva seis meses consecutivos en lanza al ristre…
Martes, Octubre 17, 2023
Por: Pablo Morales Mosquera; editor de Revista C-Level.
El parón que experimenta la industria colombiana en los últimos meses es buen reflejo del complejo momento que atraviesa el sector a escala latinoamericana y global.
La debilidad industrial ha sido una preocupación persistente a lo largo de los años. A través de la producción y transformación de bienes, se generan empleos, se impulsan innovaciones y se diversifican las fuentes de ingresos. Amerita revisar este asunto.
El campanazo fue dado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). En el octavo mes del año, la producción real retrocedió 8,6% y las ventas 6,4%. De las 39 actividades analizadas, 34 registraron contracciones y solo cinco subieron.
Entre las actividades con un leve desempeño positivo, destacaron la elaboración de bebidas (3%); fabricación de artículos de viaje (6,6%); coquización, refinación de petróleo (0,8%); fabricación de productos farmacéuticos (0,6%) y fabricación de maquinarias (9,1%).
Dentro del paquete de las que jalonaron la caída estuvieron fabricación de vehículos (-54,5%); fabricación de otros tipos de transporte (-33,5%); fabricación de productos de caucho (-31%) y fabricación de partes, piezas y accesorios de vehículos (-27,9%).
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es, evidentemente, un área de preocupación. Colombia invierte una cantidad insuficiente en I+D en comparación con otros países de la región, lo que limita su capacidad para desarrollar tecnología propia y competir en mercados internacionales. Sin una sólida base de innovación, la industria Nacional lucha por mantenerse a la vanguardia en sectores clave.
La falta de infraestructura adecuada y la burocracia excesiva son otros obstáculos para el crecimiento industrial del país. Las empresas enfrentan desafíos logísticos significativos para transportar materias primas y productos terminados, y los trámites engorrosos dificultan la creación y el crecimiento de nuevas empresas.
La debilidad industrial también está relacionada con la informalidad laboral. Muchos trabajadores colombianos no tienen acceso a trabajos formales en la industria, lo que limita sus oportunidades de capacitación y desarrollo. Esto a su vez perpetúa un ciclo de baja productividad y salarios bajos en la industria.
En un mundo cada vez más globalizado, la debilidad industrial es una desventaja competitiva. Otros países de la región, como México y Brasil, han logrado desarrollar sectores industriales más sólidos y diversificados. Colombia debe seguir su ejemplo y fomentar políticas que promuevan la inversión en tecnología, la formación de capital humano y la diversificación de su base industrial.
Para abordar la debilidad industrial, el Gobierno, las empresas y la sociedad, en su conjunto, deben trabajar juntos. Se requiere una mayor inversión en educación técnica y tecnológica, una simplificación de los trámites y una promoción activa de la innovación y la diversificación industrial. Además, es crucial atraer inversión extranjera y fortalecer las alianzas público-privadas.