Innovación
Devoluciones ponen a prueba la logística del comercio en 2026
Las devoluciones de productos tras la temporada de fin de año se consolidan como uno de los mayores retos logísticos para el comercio en 2026.
Miércoles, Diciembre 31, 2025
La temporada que va de Black Friday a las vacaciones de inicio de año volvió a poner en primer plano un factor clave del comercio electrónico: la logística inversa. Lo que antes era una práctica poco común en América Latina, hoy se ha convertido en una variable determinante en la experiencia del cliente, la reputación de marca y la sostenibilidad empresarial.
Así lo advierte DispatchTrack, firma especializada en soluciones logísticas inteligentes, que identifica a las devoluciones postventa como uno de los desafíos menos visibles pero más críticos en las temporadas de alta demanda.
La logística inversa deja de ser secundaria
El aumento sostenido del comercio electrónico ha normalizado la devolución de productos como parte del proceso de compra. Según expertos del sector, una política de devoluciones clara y eficiente influye directamente en la decisión de compra, especialmente en periodos de alto consumo.
La logística inversa ya no se limita al transporte de retorno, sino que implica diseñar flujos eficientes, garantizar trazabilidad completa y automatizar procesos, apoyándose en tecnología y analítica avanzada para anticipar fallas y reducir costos operativos.
Un mercado en crecimiento acelerado
El impacto económico de esta tendencia es significativo. De acuerdo con Global Market Insights, el mercado global de logística inversa fue valorado en USD 841.000 millones en 2024 y se proyecta que crezca a una tasa anual de 7,2 % entre 2025 y 2034.
Este crecimiento refleja la presión que enfrentan empresas y operadores logísticos para gestionar devoluciones sin afectar rentabilidad ni sostenibilidad, especialmente en contextos de picos de demanda.
Eficiencia, experiencia y sostenibilidad
Para Carlos Díaz Ojeda, director general para Latinoamérica de DispatchTrack, el reto va más allá de la velocidad. “Entregar y devolver productos no se trata solo de rapidez, sino de compromiso con el cliente y con el entorno. Durante los picos, la presión sobre los recursos y las devoluciones se multiplica”, explicó.
Según el directivo, una devolución mal gestionada puede afectar la experiencia del cliente y aumentar la huella ambiental, al generar trayectos innecesarios, reprocesos y mayor consumo de recursos.
Tecnología como eje de la logística inversa
En este contexto, la tecnología juega un rol central. Plataformas de gestión logística permiten optimizar rutas de recolección, consolidar devoluciones y mejorar la trazabilidad, reduciendo costos y emisiones.
Entre las principales prácticas recomendadas para enfrentar las devoluciones en temporada alta se destacan:
Invertir en analítica predictiva para anticipar picos de devoluciones
Consolidar rutas de recolección y agrupar retornos
Evaluar flotas limpias y puntos de recogida
Definir políticas de devolución claras y visibles
Incorporar la sostenibilidad como criterio operativo
Estas medidas no solo mejoran la eficiencia, sino que fortalecen la confianza del consumidor y la percepción de marca.
Un indicador clave para medir el éxito del e-commerce
Para 2026, la logística inversa se consolida como un indicador clave del desempeño del comercio electrónico, no solo por su impacto en costos, sino por su influencia directa en la fidelización y en la sostenibilidad del negocio.
“Hoy la logística no solo se mide por cumplir, sino por cómo se cumple. Las temporadas de alta demanda deben evaluarse no solo por ventas, sino por la forma en que se entregan y se devuelven los productos, y cómo se mitiga el impacto ambiental”, concluyó Díaz Ojeda.