Estándar de Flujos Monetarios GRI abre consulta pública global

El Estándar de Flujos Monetarios GRI dio un paso clave hacia la modernización de la información económica corporativa. El Global Reporting Initiative (GRI) abrió la consulta pública del borrador que actualizará el estándar GRI 201: Desempeño Económico (2016), con el objetivo de fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y la comparabilidad de los flujos económicos reportados por las organizaciones a nivel global.

La consulta estará abierta hasta el 17 de diciembre de 2025 y convoca a empresarios, directivos, contadores, consultores, funcionarios públicos y organismos multilaterales, en un momento en el que inversionistas y reguladores exigen información más clara sobre cómo las empresas generan y distribuyen valor económico.

Estándar de Flujos Monetarios GRI: un déficit de información local

Los estudios sobre la aplicación del estándar GRI 201 en América Latina evidencian vacíos estructurales en la forma en que las compañías reportan su desempeño económico. Entre los principales hallazgos se destacan:

• Datos agregados sin desagregación territorial, que impiden entender impactos locales.

• Débil conexión con el desarrollo regional, sin claridad sobre la distribución real de beneficios.

• Información incompleta sobre apoyos públicos, que limita el análisis fiscal y de políticas públicas.

• Escasa visibilidad de impactos negativos, como riesgos fiscales, procesos de desinversión o transición laboral.

Estas limitaciones han reducido la capacidad de los reportes para explicar el verdadero vínculo entre operaciones empresariales y economías locales.

Colombia y Perú: avances desiguales en la región

El panorama regional muestra contrastes relevantes. En Colombia, el 42 % de las 52 empresas analizadas ya reporta bajo el estándar GRI 201, reflejando un nivel de adopción significativo. En Perú, la adopción alcanza el 18 % de 116 empresas evaluadas, lo que evidencia un punto de partida con amplio margen de crecimiento.

Estas cifras refuerzan la importancia de que la región participe activamente en la construcción del nuevo estándar, para que refleje las realidades de los mercados emergentes.

Qué cambia con el nuevo Estándar de Flujos Monetarios

El borrador introduce ajustes de fondo orientados a responder a las demandas actuales de transparencia:

• Enfoque explícito en flujos monetarios, con información desagregada por grupos de interés, regiones, cadena de suministro y apoyos públicos.

• Indicadores de distribución económica, que muestran cómo se reparten los beneficios entre trabajadores, proveedores, comunidades y gobiernos.

• Mayor comparabilidad internacional, alineada con las expectativas de inversionistas y reguladores.

• Coherencia climática, trasladando riesgos y oportunidades climáticas al Estándar GRI de Cambio Climático.

Estos cambios buscan conectar la información financiera con los impactos económicos reales de las organizaciones.

Transparencia, contabilidad y sostenibilidad

Para Andrea Pradilla, directora de GRI LATAM, “el borrador del Estándar de Flujos Monetarios es una oportunidad única para mejorar la calidad de la información financiera y de sostenibilidad que las empresas divulgan, fortaleciendo el vínculo entre la economía local y las decisiones corporativas”.

Desde el ámbito público y académico, el estándar también ha sido valorado como un paso hacia la interoperabilidad. Mauricio Gómez, Contador General de la Nación, señaló que “conectar los estados financieros con la información de sostenibilidad fortalece la transparencia y la rendición de cuentas”. En la misma línea, Luis Perera-Aldama e Inés García Fronti destacaron la convergencia con las NIIF y otros marcos internacionales como un avance clave para la credibilidad de los reportes.

Una oportunidad estratégica para Colombia

La consulta pública representa una ventana para que Colombia y América Latina incidan en la definición de un estándar global. Según Pradilla, “la participación regional permitirá incorporar las particularidades de los mercados emergentes y fortalecer la competitividad y credibilidad internacional de las empresas latinoamericanas”.

En un contexto de mayor escrutinio sobre el impacto económico de las organizaciones, la transparencia deja de ser un requisito técnico para convertirse en un activo estratégico.