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Impacto del teletrabajo en las mujeres: bienestar sin balance entre vida y trabajo
Aunque las mujeres perciben bienestar al teletrabajar, no encuentran balance entre vida y trabajo, según un estudio del CESA y el CNC.
Miércoles, Noviembre 27, 2024
El teletrabajo se ha convertido en una modalidad clave en el mundo laboral tras la pandemia, pero sus efectos no son iguales para todos. Un estudio realizado por el CESA y el Centro Nacional de Consultoría (CNC) revela que, aunque las mujeres experimentan un mayor bienestar bajo esta modalidad, no logran un verdadero balance entre vida y trabajo. Por el contrario, los hombres que teletrabajan sí perciben una mejora significativa en este equilibrio.
El informe, titulado Equilibrio y teletrabajo, analizó las dinámicas generadas por esta modalidad y las diferencias de percepción según el género. Sus hallazgos apuntan a que los roles socioculturales asignados a hombres y mujeres son determinantes en estas percepciones, perpetuando cargas desiguales que afectan el balance en las mujeres.
Cultura y estereotipos: la raíz del desbalance
El estudio destaca cómo los estereotipos de género influyen en la percepción del teletrabajo. A pesar de estar en casa, las mujeres siguen enfrentando mayores responsabilidades domésticas, lo que genera una carga mental constante. Tareas como el cuidado de los hijos o el manejo del hogar permanecen predominantemente en sus manos, dificultando el equilibrio entre lo personal y lo laboral.
Por ejemplo, Nathalie Peña, investigadora del CESA, mencionó que momentos clave como los primeros 15 minutos tras la llegada de los hijos del colegio son esenciales para las mujeres. Esta interacción, facilitada por el teletrabajo, aporta bienestar emocional, pero también refuerza su rol tradicional de cuidadoras.
En contraste, los hombres otorgan mayor importancia al equilibrio vida-trabajo para su bienestar general, y perciben el teletrabajo como una oportunidad para gestionar mejor sus tiempos laborales y personales.
Resiliencia y bienestar: el enfoque femenino
A pesar de las desventajas, las mujeres reportaron estrategias de afrontamiento y resiliencia para manejar las demandas simultáneas del hogar y el trabajo. Aunque no logran un balance óptimo, encuentran en el teletrabajo un espacio para tener mayor control sobre sus responsabilidades, mejorando así su sensación de bienestar.
Además, la investigación señala que la confianza en las habilidades tecnológicas juega un papel crucial. Las personas que dominan herramientas digitales tienden a experimentar menos estrés y mayores niveles de satisfacción al teletrabajar. Esto resalta la importancia de capacitar a los empleados en competencias digitales para mejorar su bienestar.
Recomendaciones para las empresas: confianza y flexibilidad
Los autores del estudio proponen un enfoque organizacional basado en la confianza y la autonomía. En lugar de controlar horarios, sugieren medir la productividad como un indicador clave. Este cambio no solo incrementa la satisfacción de los empleados, sino que también posiciona al teletrabajo como una herramienta para atraer talento extranjero y fomentar la inversión.
Por otro lado, se advirtió sobre los sesgos en el uso de inteligencia artificial para procesos de selección y evaluación de empleados. Fabricio Alarcón, coautor del estudio, destacó la necesidad de entrenar algoritmos de manera que no perpetúen desbalances de género ni estereotipos perjudiciales.
Conclusión: hacia un teletrabajo más equitativo
El teletrabajo tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de los empleados, pero su implementación debe considerar las diferencias de género y los retos culturales. Para las mujeres, aunque es una fuente de bienestar, sigue siendo un desafío alcanzar un balance adecuado entre vida y trabajo. Las empresas tienen la oportunidad de fomentar una cultura más inclusiva y flexible, que promueva la igualdad y maximice los beneficios de esta modalidad para todos sus colaboradores.