Innovación

La analítica y la IA enfrentan el auge del fraude digital

El fraude digital crece 43,5 % en Colombia y la inteligencia artificial se perfila como aliada clave para anticipar y detener delitos en tiempo real.
Jueves, Julio 10, 2025

n Colombia, el fraude digital ya no es una amenaza futura: es un fenómeno estructural que erosiona la confianza institucional, debilita las finanzas públicas y golpea con fuerza a los más vulnerables. Según TransUnion, solo en el primer semestre de 2024, el 6,9 % de las transacciones digitales fueron sospechosas de fraude, con un crecimiento del 43,5 % frente al mismo periodo del año anterior.

La inteligencia artificial entra al frente de batalla contra el fraude

A medida que los delitos migran al entorno digital, la capacidad de control del Estado y las entidades financieras se ve desbordada. En ese contexto, la inteligencia artificial (IA) y la analítica avanzada se convierten en herramientas críticas para anticipar y frenar amenazas invisibles, como las identidades sintéticas, que combinan datos reales y ficticios para crear perfiles verosímiles pero inexistentes.

“Hoy el fraude opera en tiempo real, con herramientas automatizadas. Para enfrentarlo, las instituciones necesitan tecnología que detecte, decida y actúe con anticipación”, advierte Ricardo Saponara, líder de asesoría en riesgo, fraude y cumplimiento para Latinoamérica en SAS.

Tres tecnologías clave para prevenir el crimen digital

Entre las soluciones que están ganando terreno, destacan:

  • Datos sintéticos: replican datos reales sin exponer información sensible. Son vitales para entrenar modelos predictivos respetando la privacidad.

  • Motores de decisión automatizados: procesan grandes volúmenes de datos en milisegundos para identificar y frenar operaciones sospechosas.

  • Modelos explicables: permiten auditar cómo un algoritmo toma decisiones, algo esencial en procesos críticos como subsidios o fiscalización.

Estas herramientas no solo han reducido tiempos de auditoría y mejorado la recuperación de recursos indebidos, sino que también fortalecen la confianza ciudadana al hacer más transparente y trazable la gestión pública.

Sin ética ni gobernanza, no hay confianza

Sin embargo, la tecnología no basta. Saponara lo resume así: “La analítica debe ser gobernable, trazable y justa. No se trata solo de eficiencia, se trata de confianza pública y de justicia fiscal”.

Un estudio de Economist Impact y SAS confirma esa tensión: aunque el 99 % de los ejecutivos del sector financiero ya implementan IA generativa, más del 50 % aún no reporta beneficios financieros concretos. La clave está en la visión estratégica, la gobernanza y un uso ético que ponga en el centro al ciudadano.

Porque cuando el delito es digital, la respuesta debe ser preventiva, rápida y justa. Y eso solo se logra con tecnología aplicada con propósito.