Carta al CEO
La inclusión dejó de ser un paradigma, ¡hoy hace parte del ecosistema empresarial!
Empresas públicas y privadas de diferentes latitudes se están sumando a un futuro diverso, caracterizado por el mérito individual y el desarrollo personal de sus trabajadores. ¿Por qué? Aquí, le contamos.
Martes, Junio 13, 2023
Por: Sebastián Salamanca Paredes; editor Revista C-Level.
La modernidad con frecuencia se asocia a cambio, desarrollo e inclusión. No es de extrañar que nuevos tiempos presenten nuevos retos, responsabilidades y formas de adaptarse a las narrativas de un mundo cada vez más globalizado. Pero, ¿Cómo lo han hecho las empresas?
De acuerdo al más reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo, titulado Transformar las empresas mediante la diversidad y la inclusión, demuestra que las empresas -tanto públicas como privadas- se adaptaron a nuevos frentes laborales que llegaron con la pandemia por covid-19: digitalización de las industrias, prestación de servicios y procesos de selección en línea. De acuerdo al estudio se precisa que “numerosos estudios han demostrado que un alto nivel de diversidad e inclusión en las empresas está asociado a un incremento de la innovación, la productividad y el desempeño”.
En Colombia se ha generado una nueva ola de política internas dentro de las compañías que han logrado entender el cambio y la necesidad de contar con personas de diferentes contextos sociales, condiciones económicas y, por supuesto, que presentan una interacción diferente frente a su entorno; un factor esencial para abordar el concepto de diversidad, según el psicólogo social Kurt Lewin, considerado como padre del desarrollo organizacional.
En la teoría se cumple, pero…¿en el papel? Esa es una pregunta que se hacen diariamente varios ciudadanos en el país. No obstante, este año recibimos de la mano de la red Pride Connection Colombia una noticia mágnifica: Ecopetrol, Argos, Bancolombia, Movistar y Schneider Electric han destacado en la promoción de políticas laborales inclusivas. Le permiten tanto a empleados como empleadas, que se sienten identificados como parte de la comunidad LGTBIQ+, sentirse seguros, valorados y respetados.
Lograrlo no es una cuestión menor, ya que el país presenta un reto inmenso en el abordaje de las desigualdades económicas, jurídicas, informativas, educativas y entre sexos. Lograr la incorporación de políticas que puedan garantizar la contratación, la estabilidad y un buen ambiente para el desarrollo de la personalidad es fundamental para asegurar mayor productividad a corto, mediano y largo plazo.
De acuerdo a la Agenda 2030, que presenta la Organización de Naciones Unidas, la importancia de lograr una igualdad de género, un trabajo decente, reduciendo desigualdades y logrando alianzas para lograr objetivos comunes son pautas que se están estableciendo en el negocio de varias industrias.
De acuerdo a la encuesta Pulso País del año 2022,se estimó que en el país hay 501.000 personas mayores de edad se identifican como LGBT y de ellos una gran parte de la población afín se encuentra en calidad de empleado. En dicho año, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) consideró que, en términos relativos, un 72,9% de la población LGTBI se encuentra laborando frente a un 65,6% de personas que no se consideran dentro de esa categoría.
Hoy en día, las búsquedas de colombianos con la categoría “pride” dejó de ser una sorpresa, hoy hace parte del corazón de los negocios y de las empresas que han cambiado una visión anacrónica a una globalizada que respeta los derechos humanos y las decisiones individuales de cada sujeto.
Tal vez sea por ese motivo que Google considere que la búsqueda de los colombianos que han centrado la indagación en línea con la palabra “pride” ha crecido de forma descomunal en el transcurso del año, llegando a un máximo histórico anual y ocupando las principales consultas este año.
En la región el panorama es un poco más positivo, de acuerdo a la Encuesta Global de Diversidad, Equidad e Inclusión (DE&I) debido a que precisa que el 70% de las empresas cuentan con políticas que abordan orientación sexual, origen o etnia y políticas para capacidades diferentes.
Sin duda, el ecosistema empresarial dejó de ver la inclusión como un paradigma para incorporar su misionalidad a toda la cadena de valor de las industrias, pasando de los procesos de formación, a los procesos de selección, contratación y desempeño de rol. Sin duda, hace falta camino por recorrer, pero el viento de una sociedad más justa y equitativa se vislumbra en el país y en la región.