La inflación en Colombia baja al 5,2 % en noviembre mientras persisten desafíos macroeconómicos

La inflación en Colombia mostró una reducción en noviembre de 2024, ubicándose en 5,2 %, por debajo del 5,4 % registrado en octubre.

Sin embargo, la inflación subyacente (sin alimentos ni regulados) se mantuvo estable en 5,4 %, reflejando la persistencia de precios elevados en servicios como arriendos y comidas fuera del hogar, que aumentaron un 7,7 % y 8,6 %, respectivamente.

Perspectivas para 2025: desafíos económicos e inflación en Colombia

El equipo técnico del Banco de la República prevé que la inflación continuará su convergencia hacia la meta del 3 % en 2025, aunque más lentamente de lo anticipado. Factores como el impacto de un salario mínimo más alto, incrementos en precios regulados y presiones cambiarias complican este escenario.

Los recientes aumentos en la tasa de cambio están vinculados a condiciones financieras globales más restrictivas, volatilidad en los mercados emergentes y una caída en los términos de intercambio debido a menores precios del petróleo, carbón y níquel. 

Además, preocupaciones sobre el cumplimiento de la regla fiscal y el financiamiento del Presupuesto General de la Nación para 2025 añaden incertidumbre al panorama.

Desempeño económico en 2024 y perspectivas para 2025

El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2 % en el tercer trimestre de 2024, impulsado por la formación bruta de capital, que aumentó un notable 20,3 %. En lo corrido del año hasta septiembre, la economía acumuló un crecimiento del 1,6 %, con indicadores que sugieren un cierre de año dinámico.

Para 2025, el Banco proyecta un crecimiento del PIB cercano al 3 %, superior al promedio de América Latina (2,3 %), con apoyo en una política monetaria menos contractiva que impulse la inversión y la actividad económica.

Reducción de la tasa de interés: un debate dividido

La Junta Directiva del Banco de la República decidió recortar la tasa de interés en 25 puntos básicos (pbs), aunque las opiniones estuvieron divididas. Algunos miembros propusieron reducciones mayores para estimular la economía, mientras que otros abogaron por prudencia ante los riesgos de inflación y depreciación del peso.

Los riesgos identificados incluyen:

1. Persistencia de la inflación de servicios, que sigue indexada a niveles altos.
2. Volatilidad cambiaria, que encarece bienes transables e impacta la deuda externa.
3. Expectativas inflacionarias, con un ligero repunte reciente de 3,8 % a 3,9 % para 2025 según analistas.

Si bien la reducción de la inflación es un avance, los desafíos fiscales, cambiarios y estructurales exigen cautela en la formulación de políticas monetarias y fiscales. La coordinación entre estas será clave para mantener la estabilidad macroeconómica y garantizar un crecimiento sostenible en 2025.