La venta de viviendas no VIS sufrió caída del 70% y enciende alertas en otros sectores

El sector de la construcción está experimentando las consecuencias de una fuerte disminución en las ventas de viviendas no VIS, con una caída del 70%, y de viviendas VIS, con una disminución del 80% hasta mayo.

Esta situación está teniendo un impacto significativo en los negocios y empresas que dependen de productos y servicios relacionados con la industria de la construcción.

Durante los primeros cinco meses de este año, se dejaron de vender más de 64,000 viviendas, lo que representa una reducción de $13 billones de inversión en el sector. Esta cifra equivale aproximadamente a un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB), lo que demuestra el impacto económico negativo de la disminución en las ventas de casas en el país.

Los negocios que suministran materiales de construcción, cuya demanda representa un movimiento anual de aproximadamente $36 billones, ya están sintiendo los efectos de esta situación.

Asimismo, la cadena industrial del sector de la construcción está siendo impactada negativamente por la caída en la comercialización de viviendas, según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). Un ejemplo de esta situación se observa en la contracción de los despachos y la producción de cemento y concreto, que representan el 30% de la cadena, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Guillermo Herrera, presidente de Camacol, destacó que al comparar el último trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023 se evidencia una disminución del 10% en los despachos de cemento a nivel nacional y una caída del 12% en la producción de concreto. Además, se registró una variación negativa del 24% en la producción de concreto para viviendas de interés social (VIS).

Esto se traduce en una reducción de los despachos de cemento, pasando de 3.50 a 3.15 millones de toneladas, y una disminución en la producción de concreto, de 1.15 a 1.02 millones de metros cúbicos. Asimismo, la producción de concreto destinada a viviendas sociales también experimentó una reducción, pasando de 1.15 a 1.02 millones de metros cúbicos.