McKinsey predice que al menos un tercio de las empresas adoptarán la Inteligencia Artificial en 2024

La inteligencia artificial se está volviendo cada vez más relevante en la agenda de inversión de las grandes compañías. Este año, se prevé que al menos un tercio de las empresas utilicen esta tecnología en al menos una función operativa.

La Encuesta anual de McKinsey Global Survey sobre el estado de la inteligencia artificial confirma el crecimiento dinámico de las herramientas de inteligencia artificial generativa (IAG). Menos de un año después de la aparición de muchas de estas herramientas, un tercio de los encuestados afirman que sus organizaciones están utilizando la IAG regularmente en al menos una función empresarial.

Además, el 40% de los encuestados declaran que sus organizaciones aumentarán la inversión en IA en general debido a los avances en la IAG. Sin embargo, aún es pronto para gestionar los riesgos vinculados a la IA, ya que menos de la mitad de los encuestados afirman que sus organizaciones están mitigando el riesgo que consideran más relevante: la imprecisión de datos.

Aunque la implementación de tecnología en el mercado es recibida con entusiasmo, los encuestados anticipan cambios en la forma tradicional de trabajo. "Los encuestados anticipan cambios significativos en su fuerza laboral debido a la disrupción que la IAG provocará en las empresas. Estiman recortes de personal en ciertas áreas y grandes esfuerzos de recapacitación para adaptarse a las cambiantes necesidades de talento", se lee en el informe.

A pesar de los avances, surge la preocupación de que pocas empresas parecen estar totalmente preparadas para una adopción generalizada de la IAG y para los posibles riesgos empresariales asociados. El informe revela que solo el 21% de los encuestados que informaron de la adopción de IA dicen que sus organizaciones han establecido políticas que regulan el uso por parte de todos los empleados de las tecnologías de la IAG en su trabajo.

Cuando se les preguntó específicamente sobre los riesgos de adoptar la IAG, pocos encuestados afirman que sus empresas estén mitigando el riesgo más citado: la imprecisión.