La nube como generadora de valor en empresas del sector bancario

Las organizaciones financieras están redefiniendo su futuro en la nube para mantenerse competitivas, incrementando su agilidad, eficiencia y rentabilidad.
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Alejandro Planas

CEO y co-fundador de Escala 24x7

Las empresas del sector financiero, a nivel mundial, enfrentan grandes desafíos cada segundo: desde clientes cada vez más exigentes, hasta competidores más agresivos, pasando por normativas locales y globales, presiones sobre márgenes, exigencias de seguridad y privacidad de datos, y una vertiginosa carrera hacia la innovación y la transformación digital.

Esta realidad y la necesidad urgente de atajar estos desafíos, de mantenerse relevantes, competitivos y de ser organizaciones cada vez más ágiles, ha hecho que miles de empresas de servicios financieros estén rediseñando su futuro en la nube.

La nube hoy

Para empezar, me parece importante hacer énfasis en que la nube hoy ya no es un tema netamente a resolver por el área de tecnología en las empresas. En estos últimos años, las organizaciones han empezado a ver la nube como un motor que genera valor en las empresas. La entienden como una plataforma dinámica que brinda soluciones innovadoras y seguras, que impulsa la eficiencia y la agilidad, y que facilita la transformación de las empresas que quieren reinventarse, crear nuevos modelos de negocio, generar experiencias personalizadas, y escalar con la rapidez y la flexibilidad que su negocio requiere.

Aunque parezca que estoy hablando de una tecnología con superpoderes, la verdad es que la nube si tiene un poder único, y es la habilidad que le transfiere a las empresas de responder ágilmente a cualquier situación inesperada en la operación de su negocio; sea este un desastre informático o natural (resiliencia), un requerimiento de más espacio (escalabilidad), o una situación específica relacionada con accesibilidad a datos, experiencia del cliente, seguridad o soporte especializado. Todo esto, adicional a la aceleración de despliegue de soluciones de negocio.

La ecuación tecnología/negocio en instituciones financieras se ha invertido. Antes, se debía esperar por el departamento de tecnología y en el camino priorizar la ejecución de proyectos, ya que no había capacidad para avanzar a la velocidad que exige el negocio. Hoy en día, la nube habilita a las organizaciones a avanzar a la velocidad que deseen, sin limitaciones, más allá de su propia imaginación.

Esto era impensable hace 10 años, cuando  las empresas tenían que comprar servidores físicos muy costosos, que tardaban mucho en llegar y que requerían -además- una inversión de capital importante antes de iniciar cualquier proyecto. Limitaciones tecnológicas de grandes sistemas monolíticos, sumadas a otras relacionadas con software, programación y adquisición de infraestructura, retrasaban el crecimiento de las empresas.

La nube rompe esas limitaciones. Ya las organizaciones no tienen que comprar ni mantener servidores o centros de datos físicos, simplemente usan lo que necesitan y pagan por ello. Y con una infraestructura moderna en la nube, los C-Levels ganan agilidad y la posibilidad de invertir esos recursos de tiempo, dinero y esfuerzos en analizar, transformar y modernizar la operación de sus negocios.

Ejemplos de uso en el sector financiero

Las empresas del sector bancario han modernizado su infraestructura al migrar a la nube y están optimizando sus operaciones desde muchas perspectivas.

Algunas utilizan aceleradores basados en nube y soluciones integradas para mejorar el monitoreo de transacciones, la detección de fraudes y el análisis de grandes volúmenes de datos casi en tiempo real. No es un secreto que las empresas del sector financiero requieren un almacenamiento de datos centralizado, y la nube ofrece una gobernanza de gestión de datos flexible, con mayor eficiencia y menor costo, que además permite administrar datos provenientes de múltiples fuentes en diversos formatos, lo que favorece la agilidad para la toma de decisiones, logrando mejores tiempos de respuesta y de atención para sus clientes.

Otras usan la inteligencia artificial y aprendizaje automático para lograr una interacción más personalizada y oportuna con sus clientes, para hacer el análisis predictivo o para mejorar la prevención y la detección de fraudes, tácticas que apuntan a mejorar la experiencia del cliente. Por otro lado, al capturar información relevante en las interacciones con sus usuarios, los bancos desarrollan perfiles sólidos para crear segmentos, identificar señales de compra, ofrecer productos y servicios idóneos y así potencializar las oportunidades de venta.

Y si del sistema de pagos se trata, se puede robustecer creando desde un modelo que incluya rutas inteligentes, monitor de transacciones y detector de posibles fraudes, hasta un decisor de créditos automáticos de menor riesgo, o la posibilidad de diseñar ofertas personalizadas para cada cliente.

Perspectivas de adopción de nube

Tenemos mucho por hacer en la nube, el futuro es alentador. Según Mordor Intelligence, se espera que el tamaño del mercado de servicios de infraestructura en la nube crezca de USD 72.69 mil millones en 2023 a USD 100.15 mil millones para 2028, a una tasa compuesta anual de 6.62% durante el período de pronóstico (2023-2028).

Esta cifra muestra hacia dónde van los negocios y también que las empresas valoran el impacto positivo de la nube en sus operaciones. Lo que nos deja a quienes trabajamos en nube y en digital una gran responsabilidad: seguir promoviendo el cambio de chip, para que entendamos que la transformación digital -y la nube incluida- no es un tema de tecnología, sino de cultura y de personas, donde es indispensable un ambiente de negocios donde le tengamos menos miedo al fracaso y más ganas al aprendizaje continuo, a la experimentación y a la innovación.