Para aumentar la eficiencia , Mercer asegura que es indispensable implementar culturas resilientes

Colombia, reconocida por su espíritu resiliente en medio de desafíos históricos, está dando un paso adelante para consolidar un mercado laboral que sea atractivo para las empresas modernas y que permita atraer inversión a los territorios.

De acuerdo al estudio de Mercer Fuerza de Trabajo 2.0, 6 de cada 10 ejecutivos, creen que que su empresa puede resistir crisis imprevistas este año, pero un 55% de la misma muestra encuestada asegura que su empresa actualiza constantemente sus protocolos de riesgo cibernético para hacer frente a nuevas amenazas.

Otros datos interesantes del estudio muestran que los ejecutivos de enseñanza superior  y automotriz se muestran más seguros que los ejecutivos de servicios financieros y ciencias de la vida.

Culturas resilientes, la clave para el ecosistema laboral

En el entorno empresarial actual, la resiliencia se ha convertido en un activo invaluable para las empresas modernas que buscan prosperar en un mundo caracterizado por la incertidumbre y la rápida transformación.

 Las empresas líderes comprenden que la capacidad de adaptarse y recuperarse de los desafíos es esencial para mantenerse competitivas y relevantes en un panorama en constante evolución. 

Desde la adopción de tecnologías disruptivas hasta la gestión efectiva de crisis como la pandemia de COVID-19, la resiliencia se manifiesta en la capacidad de las empresas para enfrentar los contratiempos con agilidad, creatividad y determinación, convirtiendo los obstáculos en oportunidades de crecimiento y aprendizaje. 

En este contexto, la resiliencia no solo se considera una habilidad deseable, sino una característica fundamental que impulsa la innovación, fortalece la cultura organizacional y asegura la sostenibilidad a largo plazo de las empresas modernas.

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“Las organizaciones resilientes tienen 1.8 veces más probabilidades de equilibrar la empatía y la economía en la toma de decisiones. Un ejemplo es cómo se preparan para el impacto de las nuevas tecnologías. Los directivos de organizaciones resilientes son 1.3 veces más propensos a decir que los puestos de trabajo deberían eliminarse, no las personas en medio del continuo aumento de la IA y la automatización. Volver a capacitar y desplegar trabajadores cuyos puestos de trabajo se ven afectados por las nuevas tecnologías requieren una mentalidad de crecimiento, pero menos de la mitad (46%) de los ejecutivos califican la cultura de su organización como alta en cuanto a agilidad de habilidades” asegura el informe. 

Sin embargo, el camino hacia una cultura laboral resiliente no está exento de desafíos, para Mercer están delimitados por la seguridad en el trabajo, reconocer el talento, fortalecer la cadena de pagos y fortalecer los espacios de bienestar.