Pérdidas económicas por catástrofes en 2023: una alerta para Colombia

El año 2023 dejó una marca imborrable en la historia global, con un total de 398 catástrofes naturales registradas en todo el mundo, según revela el informe Climate and Catastrophe Insight de AON. 

Estas tragedias no solo cobraron vidas y dejaron comunidades enteras devastadas, sino que también generaron pérdidas económicas por catástrofes estimadas en 380 mil millones de dólares, siendo un recordatorio alarmante de la urgencia de abordar el cambio climático y sus consecuencias.

En el Top 10 de las catástrofes con mayores pérdidas económicas a nivel global, Latinoamérica tuvo su lugar destacado. Entre los eventos que resaltan en la región se encuentran el Huracán Otis y la sequía del Río de la Plata. Estos desastres no solo impactaron a las naciones directamente afectadas, sino que también enviaron ondas de choque económico a nivel mundial.

En el caso específico de Colombia, se reportaron dos eventos catalogados como catástrofes naturales durante 2023: El deslizamiento en Quetame, ocurrido el 18 de julio, y la serie de inundaciones que azotaron varios departamentos entre julio y octubre, incluyendo Antioquia, Sucre y Chocó, entre otros. 

Estos fenómenos no solo dejaron cicatrices en el paisaje colombiano, sino que también representaron pérdidas econnómicas por catástrofes significativas para la economía local y regional.

Aunque los terremotos, encabezados por el sismo devastador en Turquía y Siria, acapararon la atención global, el informe de AON destaca que las tormentas convectivas severas fueron el peligro que más daños provocó en total. Esta tendencia es especialmente preocupante dado el contexto colombiano, donde eventos naturales de menor escala pero más frecuentes pueden acumular un impacto económico y humano considerable.

La situación en Latinoamérica pone de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante eventos climáticos extremos. La sequía en la cuenca del Río de la Plata y el Huracán Otis en México son ejemplos claros de cómo estas catástrofes pueden dejar a su paso pérdidas económicas y humanas devastadoras. Estas cifras subrayan la importancia de fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales en toda la región.

En el contexto colombiano, el fenómeno de El Niño ha generado preocupación desde la segunda mitad de enero de 2024, con más de 30 incendios forestales simultáneos en cinco regiones del país. Ante esta situación, el gobierno ha destinado recursos adicionales para la atención de emergencias, reconociendo la necesidad de una respuesta eficaz ante eventos climáticos extremos.

Lina Toro, CEO de Reaseguros para región Andina en Aon, hace un llamado a la acción: “Aunque Colombia no fue uno de los países más afectados por catástrofes climáticas en 2023, la acumulación de impactos y situaciones de emergencia resulta alarmante. Es crucial que gobiernos, organizaciones, empresarios y aseguradoras accedan a modelos de evaluación de riesgos más precisos, que tengan en cuenta no solo datos históricos, sino también métricas climáticas y análisis de riesgo en tiempo real. Solo así podremos proteger adecuadamente nuestros activos e infraestructura ante las crecientes amenazas del cambio climático”.

El informe de AON sirve como un recordatorio contundente de la urgencia de abordar el cambio climático y fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales. En un mundo cada vez más interconectado, la protección de nuestras comunidades y recursos naturales debe ser una prioridad global.