Carta al CEO

Reforma Laboral: ¿Un paso adelante para los trabajadores y dos atrás para las empresas?

La aprobación de 57 artículos de la reforma laboral ha dejado a las empresas del país con más preguntas que respuestas.
Miércoles, Octubre 9, 2024

La aprobación de 57 artículos de la reforma laboral en Colombia deja un panorama preocupante para el sector empresarial, que deberá enfrentar nuevas cargas y obligaciones. Si bien la iniciativa busca avanzar en derechos laborales e inclusión, muchas de las disposiciones aprobadas parecen diseñadas sin una consideración adecuada de las realidades y limitaciones del entorno productivo del país. La falta de balance en la legislación pone en riesgo la sostenibilidad de las empresas, especialmente de las pequeñas y medianas, que ya lidian con altos costos operativos.

Uno de los aspectos más críticos es la imposición de obligaciones de contratación inclusiva, como lo dispuesto en el artículo 51, que exige que empresas con más de 100 empleados contraten a mujeres con discapacidad. Aunque la inclusión es una meta importante, imponer este tipo de mandatos de manera generalizada ignora la diversidad de circunstancias en las empresas, sin tomar en cuenta su capacidad de adaptación o los desafíos específicos de cada sector.

El artículo 11, que establece la estabilidad laboral reforzada para personas con discapacidad o condiciones de salud que limiten su desempeño, también impone un reto significativo. La obligación de reubicar a los empleados sin desmejorar sus condiciones laborales puede ser inviable para muchas empresas que no cuentan con roles adaptables o estructuras lo suficientemente flexibles. Esta carga extra no solo genera costos adicionales, sino que podría desincentivar la contratación de personal vulnerable.

Otra preocupación surge con la redefinición de la jornada laboral, donde si bien la reducción a 42 horas semanales en el artículo 14 puede parecer un avance en la calidad de vida de los trabajadores, se ignora el impacto en la productividad y los costos asociados a la adaptación de los procesos internos. A esto se suma la eliminación de actividades recreativas para empresas con más de 50 empleados, lo que representa un ajuste de carga que podría haber sido una oportunidad para fomentar el bienestar de los trabajadores sin afectar las operaciones.

La aprobación de artículos sin un análisis profundo de su aplicabilidad y el impacto real sobre las empresas plantea serios interrogantes sobre el rumbo que está tomando la legislación laboral. Es crucial que el gobierno, en su afán de mejorar las condiciones de los trabajadores, no pierda de vista que las empresas son las que generan empleo y sostienen la economía. Cargar al empresariado con obligaciones poco realistas podría terminar socavando la estabilidad laboral que se busca fortalecer.

La reforma laboral debería ser una herramienta para generar crecimiento, no una barrera que obstaculice el desarrollo de las empresas. La legislación debe ser revisada con un enfoque más equilibrado, asegurando que las mejoras laborales no se traduzcan en un golpe para la sostenibilidad empresarial.