Carta al CEO

Regulaciones sin sentido y las de la bolsa plástica

Las bolsas plásticas podrían ser más ecológicas que las alternativas como papel o vidrio.
Martes, Junio 11, 2024

Por: Pablo Morales Mosquera, editor adjunto Revista C-Level.

Las regulaciones ambientales en Colombia han cobrado gran relevancia en los últimos años, con el gobierno implementando medidas drásticas para reducir el uso de plásticos de un solo uso, incluidas las bolsas. Sin embargo, estas normativas han suscitado numerosas preguntas sobre su efectividad y los posibles efectos adversos. Al analizar la situación más a fondo, emerge una paradoja sorprendente: las bolsas plásticas, frecuentemente demonizadas, podrían ser más ecológicas que sus alternativas aparentemente más "verdes".
 

El 7 de julio entra en vigor la ley que busca restringir por completo el uso de la emblemática bolsa plástica, a la que se le atribuye una enorme carga ambiental. No obstante, el problema principal radica más en su disposición final que en el material en sí. Esta legislación parece un error. Las bolsas plásticas pueden reciclarse al cien por ciento y de manera infinita. Además, su producción no requiere agua, y su fabricación, transporte y otros procesos asociados generan una huella de carbono menor en comparación con otros materiales que se consideran más ecológicos, pero que, en realidad, no lo son.

El peso de las evidencias

Las bolsas de papel y las botellas de vidrio, dos de las alternativas más promovidas, tienen sus propios problemas ambientales. Una bolsa de papel necesita ser reutilizada al menos tres veces para compensar el mayor impacto ambiental de su producción, en comparación con una bolsa plástica de un solo uso, que se puede reutilizar hasta 500 veces según el Ministerio de Ambiente. Además, la producción de papel consume significativamente más agua y energía. Un informe del Instituto de Políticas Ambientales de EE.UU. encontró que la fabricación de este producto alternativo produce 70% más de contaminación atmosférica y 50 veces más de contaminación del agua.

En cuanto a las botellas de vidrio, la situación es aún más preocupante. Este material, aunque reciclable, es pesado y su transporte genera una huella de carbono considerablemente mayor. Según el Consejo Europeo de Envases de Vidrio, el proceso de producción de vidrio requiere temperaturas extremadamente altas, resultando en emisiones de CO2 significativamente elevadas. Una botella de vidrio reutilizable debe ser usada más de 50 veces para igualar el impacto ambiental de una botella plástica reciclable .

Cifras de impacto en Colombia

Colombia ha adoptado diversas políticas para reducir el uso de plásticos de un solo uso, como el impuesto a las bolsas plásticas implementado en 2017. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, desde la implementación del impuesto, el uso de bolsas plásticas en grandes superficies se ha reducido en un 30% . Sin embargo, este dato oculta un problema mayor: el aumento en el uso de alternativas plásticas más gruesas o de papel, que podrían tener impactos ambientales mayores si no se gestionan adecuadamente.

En un análisis del ciclo de vida realizado por el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA), se encontró que una bolsa de papel debe ser reutilizada al menos cuatro veces para tener un impacto ambiental menor que una bolsa plástica de un solo uso . Dado que las bolsas de papel a menudo no son reutilizadas debido a su baja durabilidad, la supuesta ventaja ambiental se pierde rápidamente.

La necesidad imperante de regulaciones razonables

Las regulaciones que no consideran el ciclo de vida completo de los productos pueden llevar a soluciones contraproducentes. La demonización de las bolsas plásticas de un solo uso sin una comprensión completa de las alternativas puede resultar en un daño ambiental mayor. Es crucial que las políticas ambientales en Colombia se basen en evidencia científica y consideren todos los aspectos del impacto ambiental de los materiales, desde la producción hasta la disposición final.

¡Un llamado a la reflexión!

La solución no radica en simplemente prohibir un tipo de material sin ofrecer una alternativa sostenible y efectiva. Necesitamos un enfoque más matizado que promueva la investigación y el desarrollo de materiales verdaderamente ecológicos y que fomente prácticas de reciclaje efectivas. El gobierno colombiano debe invertir en educación ambiental para que los ciudadanos comprendan el impacto de sus elecciones y actúen en consecuencia.

La regulación del uso de bolsas plásticas de un solo uso en Colombia, aunque bien intencionada, debe reevaluarse a la luz de la evidencia científica. Las alternativas actuales, como el papel y el vidrio, pueden tener impactos ambientales significativamente mayores. Solo con políticas informadas y equilibradas podremos avanzar hacia un futuro verdaderamente sostenible.