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Riesgos en la construcción: inflación y siniestralidad presionan al sector

Los riesgos en la construcción aumentan en América Latina por inflación, devaluación y accidentes laborales, presionando costos, plazos y viabilidad de proyectos.
Lunes, Diciembre 15, 2025

Los riesgos en la construcción se intensifican en América Latina en un contexto marcado por inflación persistente, devaluación de monedas locales y altos índices de siniestralidad laboral. Así lo advierte el informe Construcción bajo presión: Panorama de riesgos en América Latina y su impacto en el sector, liderado por la compañía líder en seguros Chubb, que identifica un entorno cada vez más complejo para la ejecución de obras civiles y proyectos de infraestructura en la región.

El estudio señala que el aumento sostenido en los costos de materiales y mano de obra, junto con cambios regulatorios frecuentes e inestabilidad política, está afectando directamente la rentabilidad y continuidad de los proyectos, obligando a las constructoras a replantear sus estrategias operativas y financieras.

Riesgos en la construcción: costos al alza y presión financiera

La inflación y la devaluación se consolidan como los principales factores de presión para el sector. El encarecimiento de insumos clave y la volatilidad cambiaria impactan los presupuestos iniciales, generan sobrecostos y dificultan el cumplimiento de cronogramas.

“En América Latina, construir bajo presión se ha vuelto la norma. El aumento en el costo de materiales y mano de obra, sumado a la inestabilidad regulatoria, compromete la viabilidad de muchos proyectos”, afirmó Cristian Di Iorio, Construction Regional Head de Chubb América Latina.

Seguridad laboral: un desafío estructural sin resolver

El informe también advierte que la siniestralidad laboral sigue siendo uno de los principales riesgos operativos. Las caídas de altura, el uso inadecuado de maquinaria y la falta de equipos de protección personal continúan liderando las causas de accidentes en obra.

A estas condiciones se suman deficiencias en infraestructura básica y la escasez de mano de obra calificada, factores que elevan la probabilidad de incidentes y generan impactos humanos, legales y financieros para las compañías constructoras.

Baja adopción tecnológica y nuevos riesgos digitales

Otro de los hallazgos relevantes es la limitada incorporación de tecnologías como el modelado de información para la construcción (BIM) o herramientas basadas en inteligencia artificial. Solo una minoría de empresas ha avanzado en la digitalización de procesos, lo que reduce la capacidad de anticipar riesgos, optimizar recursos y mejorar la productividad.

El rezago tecnológico también expone al sector a riesgos cibernéticos, especialmente en plataformas de gestión, seguimiento y control de obras, un frente de amenaza creciente para proyectos de mediana y gran escala.

Riesgos climáticos, sociales y regulatorios

El estudio identifica además una mayor exposición a eventos climáticos extremos: terremotos, inundaciones y huracanes, así como a conflictos sociales, bloqueos comunitarios y litigios ambientales que pueden paralizar obras completas.

Las nuevas exigencias en materia de sostenibilidad y licenciamiento ambiental elevan los estándares de control y aumentan la presión sobre los desarrolladores, especialmente en proyectos de infraestructura estratégica.

Resiliencia y gestión del riesgo: un nuevo imperativo

En este contexto, la gestión integral del riesgo emerge como un eje estratégico para la sostenibilidad del sector. Según cifras de Fasecolda, en 2024 el sector asegurador colombiano pagó $25,5 billones en indemnizaciones, un 13,6 % más que el año anterior, reflejo del nivel de exposición de la economía y del papel del aseguramiento en sectores críticos como la construcción.

Expertos coinciden en que integrar la gestión del riesgo desde la planeación permite mitigar impactos financieros, legales y reputacionales, y avanzar con mayor solidez en un entorno incierto.

Un sector clave bajo presión

La construcción sigue siendo un motor fundamental para la reactivación económica en Colombia y la región. Sin embargo, el escenario actual exige decisiones más estratégicas, mayor anticipación y una lectura integral de los riesgos.

En un entorno donde la presión sobre costos, seguridad y sostenibilidad es creciente, la resiliencia se consolida como el nuevo paradigma del sector, y la gestión del riesgo deja de ser un componente accesorio para convertirse en una condición indispensable de viabilidad.