Seguridad vehicular en Colombia: cartones que se vuelven vallas

La seguridad vehicular en Colombia enfrenta un escenario cada vez más complejo durante la temporada de fin de año, marcada por mayor movilidad, congestión urbana y aumento de riesgos para los automóviles. En ese contexto, una campaña urbana decidió transformar uno de los símbolos más comunes de protección improvisada, el cartón en el vidrio panorámico, en un recurso de comunicación que visibiliza los riesgos reales a los que están expuestos los vehículos en la vía pública.

La iniciativa surge en un momento crítico: según cifras de la Policía Nacional, con corte al 31 de octubre de 2025, en Colombia se registraron 7.674 hurtos de automotores, concentrados principalmente en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla.

Seguridad vehicular en Colombia: una realidad cotidiana

A pesar de las cifras, muchos conductores continúan recurriendo a soluciones informales para proteger sus vehículos, como cubrir los vidrios con cartón para evitar rayones, golpes o daños por el clima. Estas prácticas, aunque comunes, generan una falsa sensación de seguridad frente a riesgos como el hurto, el robo de autopartes o los daños por colisión.

La campaña “Vallas Panorámicas” parte precisamente de esa contradicción entre percepción y realidad, utilizando los mismos cartones de la calle como soporte visual para mensajes que exponen datos concretos sobre los riesgos diarios.

Creatividad urbana con datos contundentes

Las vallas, ubicadas en zonas de alto flujo vehicular, convierten un objeto cotidiano en un medio de alerta. A través de cifras claras y mensajes directos, la campaña busca interrumpir la rutina del conductor y generar reflexión sobre la necesidad de protección real y planificada.

Este tipo de acciones se inscribe en una tendencia creciente de comunicación preventiva, donde la creatividad no busca vender, sino cambiar comportamientos frente a riesgos normalizados en la vida urbana.

El riesgo aumenta en diciembre

El cierre de año concentra varios factores que elevan la exposición de los vehículos: viajes, compras, estacionamientos improvisados y mayor circulación en horarios nocturnos. En ese contexto, los riesgos asociados al hurto, choques y daños materiales tienden a incrementarse.

“Los métodos de protección improvisados pueden generar una falsa sensación de seguridad”, señaló Paola Suárez, vicepresidenta de Mercadeo de Seguros Bolívar, al explicar el propósito pedagógico de la campaña.

Prevención más allá de la creatividad

Además del componente urbano, la campaña refuerza la importancia de hábitos preventivos como utilizar parqueaderos formales, asegurar puertas y ventanas, evitar dejar objetos visibles y mantener atención al entorno mientras se conduce.

Estas recomendaciones buscan reducir la vulnerabilidad cotidiana de los vehículos, especialmente en entornos urbanos donde el riesgo se ha vuelto parte del paisaje.

Comunicar para prevenir

La transformación de cartones en vallas resume una idea central: la seguridad vehicular no puede depender de soluciones improvisadas. Visibilizar el riesgo es el primer paso para que conductores y ciudades adopten una cultura de prevención más consciente y estructurada.

En un país donde miles de automotores son hurtados cada año, iniciativas de este tipo ponen sobre la mesa una conversación urgente: proteger el vehículo es también una decisión informada y responsable.