Mujeres que inspiran

Tatiana Gaona, Vicepresidenta de Legal, Sostenibilidad & Compliance en Allianz Colombia

Tatiana Gaona, Vicepresidenta de Legal, Sostenibilidad & Compliance en Allianz Colombia, resalta la importancia de combatir los sesgos y las suposiciones desde las compañías. Un elemento clave para el gobierno corporativo.
Martes, Marzo 19, 2024

¿Cuál es el reto más importante al que se enfrenta como mujer ocupando un cargo directivo en una empresa colombiana?

Históricamente, una mujer en posiciones de liderazgo o en cargos directivos, se ve enfrentada a una serie de retos y situaciones complejas que, en muchos casos, responden a los sesgos (conscientes e inconscientes) que tenemos profundamente arraigados como sociedad.

Estos sesgos, por lo general, son suposiciones, creencias o actitudes adquiridas que conforman nuestra percepción del mundo y nos llevan, a menudo, a actuar o a juzgar a las demás personas con base en nuestros propios prejuicios y criterios. Por ejemplo, cuando se asume que la presencia de una mujer en una Junta Directiva o Comité Ejecutivo obedece, inequívocamente, a un tema de cuotas o a la simpatía de un hombre influyente, en lugar de pensar en los méritos profesionales y académicos que la llevaron a ocupar esa posición.

Las organizaciones están llamadas a combatir estos sesgos, desde la formación y capacitación constante, para crear consciencia sobre la necesidad de comprenderlos y trabajar en ellos, de tal forma que las personas puedan cambiar su forma de pensar y actuar, con el fin de reducir las situaciones de desigualdad y exclusión social o de género, tanto en el lugar de trabajo como afuera de él.

¿Cuáles son las principales habilidades o cualidades que una mujer líder debe cultivar para destacarse en el ámbito empresarial en Colombia?

Son varias las habilidades o cualidades que una mujer debe cultivar para destacarse en las más altas instancias del gobierno corporativo. Sin embargo, estas son las que considero más importantes:

-       Pensamiento estratégico: una líder siempre debe tener en cuenta que todos los proyectos que planee, diseñe y ejecute, deben estar alineados con la estrategia corporativa y los objetivos de la compañía, para obtener resultados concretos que tengan un impacto positivo no solo en los grupos de interés, sino, también, en la sociedad. En cada proyecto que lideremos nunca debemos dejar de preguntarnos para qué lo hacemos realmente, pues esta simple pero poderosa pregunta nos ayudará a no perder la conexión con nuestro propósito. 

-       Determinación: la determinación es un rasgo clave en las mujeres líderes, ya que nos permite alcanzar esos objetivos por los que tanto luchamos y deseamos, especialmente, en circunstancias adversas. Este espíritu de perseverancia e insistencia es fundamental que lo transmitamos a todos aquellos que trabajan junto a nosotras para que alcancemos, como equipo, los sueños que nos tracemos, mientras crecemos individualmente como profesionales y seres humanos. Qué la determinación nos impulse a exigirnos para alcanzar una mejor versión de nosotras mismas, pero cuidando siempre a las personas que nos rodean, para que entre todos recorramos el camino, de una forma sana y segura, hacia una misma meta.

-       Valentía: las mujeres en posiciones de liderazgo debemos ser valientes para hablar y elevar nuestra voz, pero no para mandar, intimidar o hacernos notar, sino, fundamentalmente, para poner límites cuando sintamos que debamos hacerlo; para sentirnos capaces aun cuando otros no crean en nosotras; para romper esas barreras internas y externas que tanto nos limitan y nos impiden triunfar. En síntesis, debemos ser valientes para poder y que otras también puedan.

-       Integridad: en cada paso que demos y en cada decisión que tomemos, nunca debemos abandonar nuestros principios y valores pues, al final, son estos los que nos guiarán y nos harán sentir seguras, sobre todo, en los momentos más difíciles. Los resultados que alcancemos no tendrán ningún valor real si no los acompañamos de una ética profesional ni tampoco de una escala de valores, tanto corporativos como personales.

-       Curiosidad: la curiosidad permanente nos permitirá seguir aprendiendo, estudiando y creciendo para ser mejores líderes. Una mujer en cargos directivos no solo no debe perder la curiosidad para seguir formándose, sino que, también, debe procurar contagiar de este espíritu al resto de su equipo para que entre todos puedan crecer y evolucionar hasta llegar a un lugar al que, tal vez, ni siquiera creían posible. 

¿Qué medidas podrían implementarse en una empresa para promover una mayor representación de mujeres en posiciones de liderazgo?

Las organizaciones pueden tener políticas de género muy claras, manuales y protocolos estrictos y hasta instancias como el Comité de Diversidad e Inclusión, pero si las propias mujeres, especialmente aquellas en cargos directivos, no son conscientes de la responsabilidad que les compete en la eliminación de los sesgos (que no son otra cosa que esas barreras internas y externas) el camino hacia una equidad de género en las máximas instancias del gobierno corporativo, siempre será un tarea inconclusa.

La formación, en este caso, representa una herramienta o método fundamental para promover un estado de autoconsciencia en el liderazgo, sobre todo en las mujeres, ya que este es el primer paso en firme para comenzar a recorrer el camino hacia una verdadera diversidad, equidad e inclusión en las empresas.

¿Cómo hacer que suceda? La motivación debe salir del corazón y la mente de cada una de nosotras, las mujeres; de lo contrario, no podemos esperar a que alguien más venga a despertar en nosotras esa llama o curiosidad para comenzar a formarnos en un liderazgo justo, incluyente y con propósito.

No obstante, es imperativo que las organizaciones también construyan e impulsen nuevas formas de liderazgo masculino que contribuyan a fomentar espacios de trabajo sanos y seguros, con el fin de que los grupos menos representados a nivel corporativo -como siguen siendo las mujeres en cargos directivos- logren desarrollar sus talentos y alcanzar sus objetivos en equidad de condiciones.

Invitar, amplificar y empoderar más voces femeninas forma parte del camino hacia el cambio, pero, siendo los hombres quienes aún detentan gran parte de las posiciones de liderazgo en las empresas, cualquier esfuerzo que se haga para transformar los paradigmas y la narrativa en torno al liderazgo, la cultura inclusiva y la equidad de género, sin su colaboración y participación, nunca será efectivo. 

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