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Avicultura en Colombia impulsa consumo y seguridad alimentaria
La avicultura en Colombia crece con fuerza: el consumo anual llegó a 365 huevos por persona y refuerza la seguridad alimentaria del país.
Sábado, Diciembre 20, 2025
La avicultura en Colombia se consolida como uno de los sectores más dinámicos de la economía y un pilar de la seguridad alimentaria nacional. En la última década, el consumo per cápita de huevo pasó de 198 a 365 unidades al año, un crecimiento del 84 %, mientras que la producción nacional aumentó de 12.000 millones a 19.500 millones de huevos, reflejando una demanda sostenida y una cadena productiva en expansión.
Este desempeño posiciona al pollo y al huevo como proteínas esenciales en la dieta de los colombianos, por su valor nutricional, accesibilidad y versatilidad.
Avicultura en Colombia: un motor económico en expansión
El crecimiento del sector avícola tiene un impacto directo en el empleo, la inversión y el desarrollo rural. La cadena productiva involucra desde la producción de insumos agrícolas hasta la comercialización y distribución, dinamizando economías regionales y fortaleciendo la oferta alimentaria del país.
El aumento sostenido del consumo confirma una tendencia estructural: los hogares colombianos priorizan fuentes de proteína eficientes, accesibles y de alta calidad nutricional.
La soya sostenible como insumo estratégico
Uno de los factores clave detrás del desempeño del sector es el uso de soya sostenible en la alimentación de las aves. Este insumo aporta entre 35 % y 40 % de proteína, además de aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales fundamentales para el desarrollo saludable de los pollos.
Familias agricultoras en Estados Unidos cumplen un rol estratégico en este proceso, al garantizar un suministro estable y de alta calidad, bajo prácticas agrícolas responsables que protegen el suelo, promueven la biodiversidad y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Importaciones, producción local y oportunidades
En 2024, Colombia importó 2,49 millones de toneladas de soya, de las cuales 1,70 millones correspondieron a torta de soya, 443.542 toneladas a grano y 337.414 toneladas a aceite. En contraste, la producción nacional se ubicó cerca de 200.000 toneladas, lo que evidencia una amplia oportunidad de crecimiento local, así como la relevancia de los aliados comerciales internacionales.
Este equilibrio entre producción interna e importaciones resulta clave para garantizar la estabilidad del sector avícola y la competitividad de la industria alimentaria.
Sostenibilidad y resiliencia del sistema alimentario
Más allá del volumen, la avicultura avanza hacia un modelo que integra nutrición, sostenibilidad y desarrollo económico. El uso de insumos agrícolas cultivados bajo estándares responsables contribuye a construir sistemas alimentarios más resilientes, capaces de responder a los retos del cambio climático y la demanda creciente de alimentos.
“La soya estadounidense aporta valor en toda la cadena: fortalece la nutrición animal, reduce el impacto ambiental y mejora la competitividad de las industrias que dependen de ella”, señaló Luis Bustamante, líder de sostenibilidad para Latinoamérica de USSEC.
El dinamismo de la avicultura confirma su papel como motor de bienestar y seguridad alimentaria en Colombia. Con un consumo creciente, una cadena productiva sólida y una apuesta por prácticas sostenibles, el sector se proyecta como uno de los pilares del sistema alimentario para las próximas generaciones.