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Catástrofes naturales superan USD 100.000 millones por sexto año consecutivo
Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales volverían a superar los USD 100.000 millones en 2025, impulsadas por incendios forestales y tormentas severas.
Martes, Diciembre 23, 2025
Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales alcanzaron en 2025 un estimado de USD 107.000 millones, marcando el sexto año consecutivo en que superan el umbral de los USD 100.000 millones, según el más reciente informe del Swiss Re Institute. Aunque el monto es inferior al récord de USD 141.000 millones registrado en 2024, la cifra confirma una tendencia estructural de mayor exposición, urbanización en zonas de riesgo y eventos climáticos cada vez más costosos.
El informe advierte que, más allá de la volatilidad anual, el crecimiento sostenido de las pérdidas plantea retos de fondo para aseguradoras, reaseguradoras, gobiernos y sectores productivos, en un contexto donde la prevención y la resiliencia se vuelven factores críticos de competitividad económica.
Estados Unidos concentra más del 80 % de las pérdidas aseguradas
De acuerdo con el estudio, Estados Unidos concentró el 83 % de las pérdidas aseguradas globales en 2025, equivalentes a USD 89.000 millones. Este resultado estuvo impulsado principalmente por incendios forestales sin precedentes y por tormentas convectivas severas (SCS), que continúan consolidándose como uno de los riesgos más persistentes y costosos a nivel mundial.
Los incendios forestales registrados en Los Ángeles durante el primer trimestre del año se convirtieron en el evento de este tipo más costoso jamás registrado, con pérdidas aseguradas estimadas en USD 40.000 millones. El Swiss Re Institute atribuye la magnitud del impacto a la convergencia de sequías prolongadas, olas de calor, vientos intensos y una mayor concentración de activos residenciales de alto valor en zonas de interfaz urbano-forestal.
Tormentas convectivas severas: un riesgo silencioso pero persistente
Las tormentas convectivas severas generaron pérdidas aseguradas globales cercanas a USD 50.000 millones, convirtiendo a 2025 en el tercer año más costoso por este tipo de eventos, solo detrás de 2023 y 2024.
A diferencia de los grandes desastres puntuales, las SCS se caracterizan por eventos frecuentes de menor impacto individual, cuyo efecto acumulado resulta altamente costoso para el sector asegurador. Factores como el aumento del valor de las propiedades, los mayores costos de construcción y el envejecimiento de las cubiertas han elevado significativamente la severidad de los daños.
Balz Grollimund, Head of Catastrophe Perils de Swiss Re, advirtió que “una visión integral del riesgo es crítica para una adecuada suscripción y gestión, ya que el impacto acumulado de eventos frecuentes está creciendo de forma sostenida”.
Temporada de huracanes activa, pero con impacto limitado en EE. UU.
Pese a una temporada activa en el Atlántico Norte, con 13 tormentas con nombre, cinco huracanes y tres de categoría 5, las pérdidas aseguradas por huracanes fueron relativamente bajas en 2025. Por primera vez en una década, ninguno de los huracanes tocó tierra en la costa de Estados Unidos.
El evento más costoso fue el huracán Melissa, que impactó Jamaica como categoría 5, con vientos cercanos a los 298 km/h, generando pérdidas aseguradas estimadas de hasta USD 2.500 millones. Aunque devastador a nivel local, su impacto global fue limitado en comparación con otros riesgos climáticos.
Asia y Europa: impactos relevantes con menor concentración de activos
El sudeste asiático enfrentó inundaciones severas en noviembre, especialmente en Vietnam, Tailandia e Indonesia, producto de la interacción de sistemas ciclónicos y un monzón intensificado bajo condiciones de La Niña. En Europa, se registraron tormentas de granizo relevantes, aunque con pérdidas aseguradas más contenidas debido a una menor concentración de activos de alto valor en las zonas afectadas.
Prevención y alertas tempranas: una variable que salva vidas
El informe también destaca el rol clave de los sistemas de alerta temprana (EWS). Un ejemplo fue el terremoto de magnitud 8,8 ocurrido frente a la península de Kamchatka, en Rusia, que activó alertas de tsunami en el Pacífico. La respuesta coordinada permitió evacuaciones oportunas y evitó una tragedia mayor, demostrando que la planificación urbana, la tecnología y la prevención reducen drásticamente el impacto humano y económico.
Jérôme Jean Haegeli, economista jefe del Grupo Swiss Re, señaló que “fortalecer la prevención, la protección y la preparación es fundamental para proteger vidas y bienes, así como para construir políticas públicas resilientes basadas en el riesgo”.