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Crecimiento económico estable pero frágil en Colombia
La economía crece 2,6 % en el 2º trimestre y se proyecta 2,8 % en 2026; sin embargo, los riesgos fiscales mantienen la recuperación en terreno frágil.
Domingo, Agosto 10, 2025
El crecimiento económico colombiano se mantuvo en un 2,6 % durante el segundo trimestre de 2025, según cifras preliminares citadas en una encuesta de Reuters a economistas. Este resultado confirma que, aunque la economía logra sostener un ritmo positivo, los riesgos fiscales y la incertidumbre política siguen impidiendo un despegue más acelerado. Para 2026, las proyecciones apuntan a una expansión del 2,8 %, impulsada por un consumo interno más dinámico y por el leve alivio en tasas de interés, aunque persisten señales de alerta que preocupan a los inversionistas.
Crecimiento económico es estable, pero el riesgo fiscal pesa
El dato del 2,6 % está alineado con el crecimiento moderado que el país viene registrando en los últimos dos años. Sin embargo, esta cifra contrasta con el contexto global, donde economías similares han logrado superar el 3 % gracias a políticas fiscales expansivas y estímulos a la inversión. En el caso colombiano, el déficit fiscal y el alto endeudamiento público se mantienen como factores estructurales que limitan el margen de maniobra del Gobierno para impulsar proyectos estratégicos.
De acuerdo con los analistas consultados, la confianza de los inversionistas internacionales continúa siendo frágil debido a la falta de un plan claro de sostenibilidad fiscal. Esto se traduce en mayores costos de financiamiento para el país y en una reducción del apetito por proyectos de infraestructura y energía. “El crecimiento es positivo, pero no suficiente para transformar las condiciones del mercado laboral o para atraer grandes flujos de capital”, explicó un economista de la Universidad de los Andes citado por Reuters.
Escenario para inversión y crecimiento
El consumo interno ha mostrado señales de recuperación, especialmente en el comercio minorista y el sector de servicios, impulsado por la reducción progresiva de las tasas de interés de referencia del Banco de la República. Aun así, la inflación acumulada y el bajo poder adquisitivo de los hogares siguen presionando la demanda, lo que limita la capacidad de las empresas para ampliar operaciones y contratar más personal.
En el frente externo, el tipo de cambio ha tenido un comportamiento volátil, afectando la competitividad de las exportaciones no tradicionales. Los expertos sugieren que, para consolidar un crecimiento sostenido, el país debe fomentar sectores de alto valor agregado, diversificar su canasta exportadora y generar condiciones tributarias más competitivas para atraer inversión extranjera directa. La coyuntura de 2025 es un llamado a combinar estabilidad macroeconómica con reformas estructurales que permitan aprovechar mejor las oportunidades globales.