Cumplimiento laboral define el cierre financiero de las empresas en Colombia

El cierre de año representa uno de los momentos más sensibles para las empresas en Colombia. Más allá de los balances financieros, el cumplimiento de obligaciones laborales, contables y de seguridad social se consolida como un factor decisivo para evitar sanciones, intereses de mora y afectaciones reputacionales ante entidades de control y grupos de interés.

De acuerdo con expertos en cumplimiento y gestión de recursos humanos, una planeación deficiente en esta etapa puede traducirse en pasivos laborales no previstos y tensiones de liquidez, justo cuando las organizaciones se preparan para iniciar un nuevo ciclo operativo.

Cumplimiento laboral y control de pasivos

Especialistas de G&D Consulting advierten que una gestión ordenada del cierre laboral permite mitigar riesgos financieros, asegurar la continuidad operativa y mantener el control de los gastos asociados a nómina y prestaciones sociales.

La correcta liquidación de salarios, primas, cesantías e intereses, así como su provisión contable oportuna, resulta determinante para reflejar de forma precisa la situación financiera real de la empresa al 31 de diciembre.

Nómina y prestaciones: el primer foco de riesgo

La ley laboral exige que la nómina de diciembre se pague antes del 20 de diciembre, salvo acuerdos distintos. Este pago debe incluir todos los conceptos devengados, como horas extras, comisiones, bonificaciones y auxilios aplicables.

A ello se suma la liquidación de prestaciones sociales, particularmente la prima de servicios y las cesantías, que deben calcularse conforme al salario vigente y al tiempo efectivamente trabajado. Errores en estos cálculos suelen ser una de las principales fuentes de contingencias legales en el primer trimestre del año siguiente.

Seguridad social y reportes obligatorios

Otro punto crítico del cierre de año es la correcta presentación de aportes a seguridad social a través de la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (PILA). Aunque el pago se realiza en enero, la provisión contable debe quedar registrada en diciembre, incluyendo salud, pensión, riesgos laborales, cajas de compensación y aportes parafiscales cuando corresponda.

Adicionalmente, las empresas deben verificar la información reportada en sistemas como el Sistema de Información de Riesgos Laborales (SIRE), especialmente si hubo ingresos, retiros, cambios de actividad o accidentes de trabajo durante el año.

Inclusión laboral y obligaciones ante el SENA

Para las empresas con 50 o más trabajadores, el cumplimiento de la cuota de contratación de personas con discapacidad es otra variable clave. En caso de no cumplirla, la normativa exige la monetización ante el SENA, proceso que debe quedar registrado y certificado antes del 31 de diciembre en el RUTEC.

Una omisión en este punto puede derivar en sanciones y observaciones por parte de las autoridades laborales.

Contratos, renovaciones y terminaciones

El cierre del año también obliga a revisar contratos a término fijo próximos a vencerse, así como eventuales terminaciones laborales. En estos casos, es indispensable garantizar el pago de indemnizaciones, vacaciones no disfrutadas y demás conceptos legales, además de actualizar los registros ante el Ministerio del Trabajo cuando existan cambios en la estructura organizacional.

Planeación financiera más allá del cumplimiento

A estos retos se suman factores operativos propios de la temporada, como horarios especiales del sistema bancario, que pueden afectar transferencias de nómina y pagos a entidades del Estado. La recomendación de los expertos es anticipar y programar estas obligaciones para evitar incumplimientos involuntarios.

Asimismo, las actividades de cierre de año y celebraciones corporativas deben gestionarse desde una óptica de riesgo y sostenibilidad, alineadas con las políticas internas, para reducir contingencias legales y reputacionales.

Una variable estratégica para iniciar 2026

El cumplimiento laboral deja de ser un asunto meramente administrativo y se consolida como una herramienta de gestión financiera. Para las empresas, cerrar el año con orden normativo no solo evita sanciones, sino que permite iniciar el nuevo ejercicio con mayor estabilidad, control del flujo de caja y confianza de los stakeholders.

En un entorno económico exigente, la disciplina en el cierre laboral se perfila como una de las decisiones más estratégicas para proteger la sostenibilidad empresarial.