Carta al CEO
De cara al 2030, las empresas contratarán por habilidades
Aunque parezca una locura, el sistema de contratación se encuentra en constante cambio y todo apunta a que la formación tradicional dejará de ser una prioridad para el sector privado.
Jueves, Agosto 3, 2023
Es habitual pensar que el estudio de una carrera profesional puede abrirle las puertas a los estudiantes que acaban de finalizar su formación básica. Claro, muchos hemos visto y, por tanto, creemos, que de continuar la formación tradicional se abrirá el camino de las oportunidades, el aprendizaje, la bonanza económica y el desarrollo profesional.
Bueno, aunque me cueste aceptarlo, estamos muy lejos de ese escenario. El auge de la digitalización ha calado de forma profunda en diferentes industrias, cambiando el chip de la organización jerárquica, con roles estrictos y definidos por figuras mucho más flexibles que permiten un entendimiento más orgánico de las empresas; tanto de su funcionamiento como de la concepción de bienestar.
Esa misma digitalización ha llevado a que estudiantes encuentren nuevos nichos de interés en línea, que estudien por medio de cursos masivos y/o se formen en diferentes disciplinas. De ahí el auge de los cursos masivos, abiertos y en línea -también conocido como Moocs en inglés- sean una opción ideal para que los estudiantes (recién se graduados) busquen opciones más económicas, rápidas y prácticas en su proceso de formación profesional. Conocimientos que puedan ser aplicados en el día a día y que las empresas requieran en su base de negocio.
De ahí que instituciones como Harvard, MIT, Yale, la Universidad de los Andes, el Rosario, la Javeriana, entre otros y otras, crezcan año tras año en la oferta digital dentro sus plataformas. Más allá del tema que elijan, la constancia y la habilidad para aprender nuevos conceptos parece capturar más la atención de un nuevo reclutador que la formación tradicional y, a veces, estandarizada de los discípulos.
El tema es supremamente interesante y en el transcurso del milenio el Foro Económico Mundial (WRF) ha sentado una fuerte posición frente a ello, asegurando que las empresas deben de centrarse más en las habilidades de los individuos que en su formación de base. ¿Por qué? Porque las mismas organizaciones dejaron de funcionar de una forma tan estricta y optaron por renovar sus negocios, enfocándose en la formación de sus empleados y en la rotación del personal dentro de la empresa.
Hace algunas décadas era una constante crecer por ciertos años dentro de una misma organización. Hoy, gracias a la digitalización y al auge de nuevas formas de trabajo, varios trabajadores en el mundo prefieren tener una única fuente de trabajo y complementarla con ingresos pasivos externos; bien sea, a través de tutorías, free-lance o un modelo de contrato por obra o labor.
Claro, esa visión sobre el trabajo ha redimensionado el interior de las empresas y de las organizaciones que se centran en el peso de las habilidades y en la formación individual, posiblemente porque contarán con empleados interdisciplinares que no serán tan fácilmente remplazados por otra persona o por una inteligencia artificial.
Antiguamente, un empleado podría quedarse en el área de contabilidad 10, 15 o 20 años. Hoy, ese mismo empleado puede apoyar en otros procesos, si cuenta el conocimiento en redacción de textos, en la formulación de variables o, por qué no, en la formulación de estrategias.
Para el Foro Económico Mundial (WEF) esta realidad es crucial y considera que para el año 2025: 85 millones de puestos de trabajo podrán ser desplazados por la división social del trabajo basado en máquinas e inteligencia artificial. Aunque el tema parezca alarmante, de llevarse a cabo una transformación adecuada y una adopción temprana de habilidades, podrán surgir 97 millones de empleos. A lo sumo, porque el ser humano dejará de enfocarse en las tareas monótonas y repetitivas para enfocarse en otras mucho más singulares, ligadas al análisis y a roles más polifacéticos de las áreas de trabajo.
Pero, ¿cuáles son las habilidades que van a dar de qué hablar en la próxima década? Según el WEF, las principales habilidades son: el pensamiento crítico, la constante formación, la resolución de problemas complejos, creatividad, liderazgo, uso de la tecnología, resiliencia y capacidad para el razonamiento de problemas.
Así las cosas, de cara al año 2030, no solamente cambiará la educación, las organizaciones y la forma de contratación. De cara a la próxima década, las habilidades serán un factor más importante que abordar que la formación tradicional. Para bien o para mal, es la realidad que nos propone la agenda global.
Por: Sebastián Salamanca Paredes
Periodista C-level.
IG: @Sebastiansalamancap.