Carta al CEO
La falta de planeación: un terremoto para las empresas modernas
El estrés, la falta de comunicación y de flujos de trabajo improvisados hacen que las organizaciones pierdan posicionamiento.
Viernes, Agosto 18, 2023
Cada día que pasa, las empresas -independiente de su industria- se enfrentan a diferentes retos: el paso del tiempo, la formación de sus empleados, la solvencia de sus finanzas, la incorporación de herramientas tecnológicas y la transformación de sus servicios.
Eso lo tenemos claro, lo rutinario -podría decirse- en un entorno movido por la globalización, las tendencias de los usuarios y el mercado nacional. No es fácil, pero poco a poco las organizaciones han aprendido a ser nómadas de su propio contexto.
Han pasado de ser simples plebeyos a ocupar el protagonismo de una historia de fantasía, llena de dragones por vencer, obstáculos que sobrepasar, caminos por recorrer, valores que reforzar y aventuras por conquistar.
Sin embargo, hay una a la cual no han logrado reaccionar a tiempo y es la falta de planeación. Claro, aunque el lector pueda imaginarse que este tipo de conceptos se llevan a cabo en las empresas modernas parece que la realidad supera la ficción.
En Colombia, nueve de cada díez empresas no logran incorporar planes estratégicos en sus centros de operaciones y, peor aún, no saben cómo operar. No hay un punto de partida, seguimiento, implementación o medición.
¿Cómo empezar ¿Qué acciones llevar a cabo ¿Cómo llevar a cabo una estrategia transversal a sus servicios que garantice adaptación y todas las nociones que hemos nombrado anteriormente?
El primer paso es la planeación básica de la organización, la definición de roles, de parámetros claros de ejecución y de una comunicación efectiva, que logre llegar a todos los eslabones de la organización, con el fin de que se pueda generar una cultura corporativa que esté alineada a la visión de sus directivos.
La toma de decisiones, en diferentes niveles de la organización, debe de estar basada en los objetivos claros que se quieren lograr a corto, mediano y largo plazo o, de lo contrario, serán presos de la improvisación continua y de cuantiosas sumas de dinero que le cuestan a la empresa andar por inercia.
La planeación funciona como un reloj, donde se representa de mejor forma en el funcionamiento que tiene la batería, debido a que ésta hace accionar a los demás mecanismos que la conforman. De no existir, el reloj se convierte en inservible, los empleados se van a frustrar y los clientes se van a dar cuenta de que existen muchos elementos obsoletos.
En momentos difíciles los líderes salen a relucir los héroes, los líderes empresariales, aquellos que pueden estar al frente de eventualidades difíciles de manejar y que traen consigo mucho nivel de estrés. Aquellos o aquellas que, a pesar de un remezón coyuntural, logran hacer una situación negativa en positiva.
Hay que hacer alarde de aquellos que tienen la posibilidad de transformar un panorama oscuro en uno gris o en uno más claro y, aunque no sea fácil, es una labor de las empresas modernas velar por las capacidades liderazgo que tengan sus empleados, creando capital social y teniendo oportunidades de exportar mediante campañas internas y externas.
Mariana Ponce, especialista en planificación estratégica e identidad, recalca que “si no sabes a dónde vas, cualquier camino te conduce allí”. Una frase que vale la pena internalizar y compartir con los equipos de trabajo, porque más allá de la individualidad del día a día se necesita construir una identidad colectiva, que le de presencia a la empresa y, por tanto, a sus áreas de negocio.
A pesar de la adversidad, de aquel terremoto que se va a presentar y que va a sacudir la base de la empresa, es importante recordar qué hacemos, cómo lo hacemos, hacía dónde vamos y por qué vamos hacía allá.
Es fácil caer preso de la angustia, la ansiedad y los pensamientos negativos. El atributo que buscan las empresas hoy en día es la resiliencia, la capacidad de sobresalir en tiempos difíciles y de continuar sobre la base de lo construido.
Entendiendo que el movimiento es una parte fundamental de la vida y que mediante el trabajo en equipo se pueden construir mejores formas de trabajo, con mejores flujos de trabajo y con la capacidad de generar externalidades positivas.
Hoy, su empresa es protagonista. Le pregunto, ¿Qué prefiere? ¿Adaptarse al terremoto o sucumbir al pánico? Gracias a la planeación, todo tiene solución.
Por: Sebastián Salamanca Paredes