Carta al CEO

La insoportable levedad de las previsiones

Ante un mejor desempeño del mercado durante el primer trimestre del año, se elevaron los pronósticos de crecimiento del PIB en lo corrido del 2023, pero éstos continúan siendo inferiores a los del cierre de 2022.
Miércoles, Julio 5, 2023

Por: Pablo Morales Mosquera; editor Revista C-Level.

Las expectativas económicas son cambiantes. Pero indigna aún más que la gente descubra ahora cuán desigual es el mundo. Los índices de índole macroeconómica fluctúan al igual que el costo de vida de los ciudadanos; a medida que avanza el año, el desempeño del mercado parece ir al alza, pero lo cierto es que sus indicadores permanecen muy por debajo de los del año anterior.

La inflación, por ejemplo, ha bajado durante dos meses consecutivos en Colombia y, sin embargo, para junio alcanzó un 12,4% anual que no termina de aliviar del todo a los analistas. En recientes debates macro-financieros ha aflorado relativo consenso sobre cómo los excesos de gasto público aceleraron la inflación en 2022. Sin embargo, no se tiene acuerdo sobre la mejor forma de contener dichos excesos de gasto en el futuro cercano.

A pesar de los incrementos en recaudación (+1,3% del PIB durante 2022-2023), resultantes de las reformas tributarias de septiembre 2021 y diciembre 2022, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MinHacienda) acaba de anunciar que el déficit fiscal será de 4,3% del PIB en 2023 y no de 3,8% que se había anunciado. Esto debido a que el total del gasto público se mantiene en 24% del PIB, similar al de 2021-20022, y a que el precio promedio de petróleo bajaría de los US$90 barril-Brent en 2022 hacia los US$80 en 2023 (a pesar de la persistencia del conflicto Ucrania-Rusia).

En Colombia la relación Deuda Pública Bruta / PIB ha continuado escalando de niveles de 52% en 2019 hacia los actuales 64%. Esto, pese a las elevadas inflaciones de 6% en 2021 y 13% en 2022 que han continuado haciendo el milagro de la licuefacción de la deuda pública. De allí la importancia de avizorar el efecto que estará teniendo la contención de la inflación, durante el periodo 2024-2026, sobre esa relación Deuda Pública Bruta / PIB. 

Sin embargo, las reformas que actualmente se discuten en el Congreso de Colombia, referidas al sector salud y pensiones, van en la dirección errada de elevar estructuralmente el gasto público. Y, por lo tanto, no será nada sorprendente que, para 2026, veamos en Colombia una relación Deuda Pública Bruta/PIB cerca de 70%.

Pero bueno, la esperanza es siempre lo último que se pierde, y el optimismo no abandona del todo la insoportable levedad de las previsiones de los expertos, conforme pasan los meses del año.  

En enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que el crecimiento económico proyectado para 2023 será de apenas 1%, cuando en octubre de 2022 el mismo organismo internacional había señalado que la economía del país crecería un 2,2%. 

Mientras que en junio, el informe semestral de Perspectivas Económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), pronosticó un alza de 1,5 % para el cierre de este año, tras una prolongada recuperación que elevó la producción por encima de su potencial. 

Lo cierto es que los datos a la mano reflejan un notable freno en el ritmo de las actividades productivas del país, en comparación con el año anterior. El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) de abril pasado del Dane mostró una caída de 0,78%, por primera vez en dos años.

Aún así, el sector empresarial aporta dinamismo. Sectores como el de los hidrocarburos inclinan la balanza de las previsiones hacia un terreno abonado por el optimismo. Este segmento, donde sobresalen compañías como Ecopetrol, Drummond o Cerrejón, tuvo un incremento en sus ventas de 80%, en comparación con el balance de 2021 y facturó $245,5 billones. No obstante, otras ramas como las de la construcción de vivienda y la venta de vehículos, reportaron retrocesos por la  pérdida de empleos en el sector.

Ahora bien, a pesar de las décimas adicionales en algunas de las estimaciones económicas para lo que resta del año, la confianza de los ciudadanos en las previsiones continúa sensible a un complejo e incierto panorama político interno. Ante una insoportable levedad de las previsiones, resulta clave construir más confianza.

Nota: El Gobierno firmó un pacto en La Guajira, con el sector de las energías renovables, que podría destrabar 13% de la generación eólica en la región. Este acuerdo fue suscrito por comunidades, autoridades regionales, empresas, y SER Colombia….¿Podría el Gobierno, a través de este tipo de iniciativas, destrabar la transición energética y aprovechar el potencial renovable para generar más empleo, e incluso, mejorar las previsiones económicas a un  mediano plazo?