¿Llegada de Sora pondrá en jaque a la industria creativa?

La inteligencia artificial sigue protagonizando titulares en los medios de comunicación y esta parece ser la constante de los próximos meses e incluso años. Y es que alrededor de esta tecnología está pasando de todo, solo que las audiencias se han enfocado más en ChatGPT, Gemini y Midjourney. ¿Sora pone a temblar a la industria?

La semana pasada, Sam Altman, CEO de OpenAI, presentó Sora, un sistema de inteligencia artificial desarrollado por la misma empresa creadora de ChatGPT. La herramienta tiene la capacidad de generar videos a partir de textos. Es decir, el usuario solicita lo que quiere ver y la idea aparecerá reflejada.

Altman les propuso a varios de sus seguidores en X que le enviarán una serie de prompts para hacer recreaciones de lo que era capaz de generar esta IA y los resultados dejaron a más de uno con la boca abierta. Uno de los videos más llamativos fue el de una mujer de la tercera edad ofreciendo un tutorial sobre una receta. A primera vista es casi que imposible creer que se trata de una mujer creada por medios artificiales. 

De inmediato se dio nuevamente inicio al debate sobre el poder de la Inteligencia Artificial y su posible capacidad para reemplazar la mano de obra humana. Las opiniones están divididas.

La directora y productora, Ana Milena Londoño, frente a algunos temores que han manifestado algunos miembros de la industria del cine y la televisión, considera que la IA es una herramienta que tiene el poder de abrir muchas posibilidades, por lo que no considera esta tecnología como un riesgo en la actualidad. 

En esa misma línea, el director de cine David David, no cree que la IA ponga en jaque a la industria. “Creo que será una herramienta útil para el cine animado y para seguir avanzando en la creación de efectos visuales espectaculares, pero el cine que se graba con personas reales requiere una certeza que solo dan los humanos en pantalla. Gente real, contando historias que sensibilizan a personas reales”, dice con respecto a la posibilidad de que a futuro sean estas mismas herramientas las que tomen el papel de las personas. 

Siente que también juega un papel muy importante le esencia humana que por más que la IA trate de imitarla le queda, hasta el momento, complicado. “Las buenas películas (así como las relaciones) se enriquecen por cosas como el intercambio de emociones, la interacción honesta, la empatía y el goce de la vida imperfecta”, haciendo alusión a que esto no se puede percibir con personas creadas a base de IA

“¡Que Dios nos coja confesados!”

El experto en cine, Jorge Andrés Ramírez, no opina lo mismo. “Quienes hemos participado de producciones cinematograficas y televisivas sin ese tipo de "recursos" sabemos lo desleal que se va a volver esta lucha que de por sí ya es desigual, entre quienes hacemos esto con las uñas y quienes lo harán sin restricciones éticas en materia de creatividad con la IA”.

Considera que el panorama, con respecto a este tipo de herramientas se está tornando cada vez más oscuro para los creativos y siente que la tendencia se encamina a un mayor oscurecimiento.  

Paradójicamente, dice que en el cine han salido varias películas hablando del “peligro” que representa esta tecnología y que, a su parecer, son premonitorias. Lo cierto es que pide también abrir el debate sobre los efectos negativos que puede tener la IA y aplicaciones como Sora y no dejarse deslumbrar por lo “bello”, sino fijarse también en esos contras que considera ponen en jaque a la industria creativa. 

El tiempo dirá quién tiene la razón y, si como dicen Londoño y David, la IA es en realidad una herramienta que facilita muchas cosas para la industria, o si es como dice Ramírez y el mundo está al borde de su “extinción creativa”.